Las almas gemelas tienen los mismos intereses en un 70 por ciento, su imán no es sólo físico, la dulzura ocupa sus instantes y sus miradas. Ese amor trasciende la edad, la materia, la raza, el credo, las distancias.

Al verse, sienten una infinita quieras de amar y expandir las energías de sus corazones. Ambas quieren crecer espiritual e intelectualmente, se incentivan mutuamente por ese crecimiento personal, no existe entre ellas el egoísmo ni la individualidad y tienen el quiero, aunque inconsciente, de llevar a cabo su misión juntos.

Se complementan en todos los sentidos… ¡casi piensan lo mismo! Se aceptan, se respetan, hacen planes para el futuro, se quieren como son. Si se pelean parecen marchitarse y buscarán rápidamente aclarar sus malentendidos, con humildad y generosidad el uno por el otro. Y su amor crecerá cada día más y más.

Las almas gemelas se dan cuenta, que cuando han estado separados; han estado buscándose siempre, y ahora comprenden el por qué de la espera, la verdadera alegría de vivir. Sus corazones nunca se cerraron a la llegada del amor divino. Sus experiencias pasadas fueron la preparación para el rereunión.

Podemos hacer meditaciones para la reunión con la alma gemela, y reunirnos con ellos durante el sueño. Ellos siempre están en nuestros corazones. Pero ellos no siempre estarán listos para volver a reunirse con nosotros. Cuando conocemos a alguien especial, si queremos investigar si esa persona es nuestra alma gemela, podemos pedir señales. Esto es válido.

El contacto con el gemelo o la gemela de alma; aunque no sea físico, nos traerá felicidad, paz, armonía, equilibrio y explosiones fuertes en nuestros corazones que relajan nuestro cuerpo, gracias a la alquimia y la energía del amor divino.

Regresar con ellos porque estamos listos, significa hacer una limpieza y una curación interior; no tener miedos, ser constantes, libres, abrir el corazón y abandonarse a la luz. Reunirse con ellos significa confiar en ellos aunque no estén despiertos espiritualmente.

La más suave energía de la creación y a su vez la más a tope; es el amor líquido que fluye del corazón de la Madre Divina. Permitamos que ese néctar drene en nosotros diariamente, para curarnos de las enfermedads, soltar los miedos, los traumas, la angustia, y llenar el vacío del alma gemela con su amor tangible.

Digan: Madre te amo ¿dónde estás? aparece clarifica mi corazón, guía mis sueños hacia mi alma gemela. Ayúdame para que mi alma gemela aparezca en mis meditaciones, para que yo pueda sentir y reconocer la energía especial de este ser en mi corazón y el amor divino de mi alma gemela. Para que pueda verlo y comunicarme con este ser.

Ustedes han estado viviendo relaciones del karma; en un mundo de dolor, de sufrimiento y de miedo, que pertenece a la vieja energía – dejen esto atrás. El amor divino en la unión de las almas gemelas es lo que los seres humanos requieren para ser felices y es lo que la Madre Tierra requiere para su ascensión.

Mantengan una relación personal con ellos. Esto es posible, aunque no estén juntos en el plano físico. Trabajen con ellos en lo interno, al menos por 21 días. Los días 11 y 22 son los días en que se reencuentran las almas gemelas.

Para poder encontrarse; deben ambos estar en la búsqueda de la trascendencia espiritual, trabajando en la expansión de la conciencia, ser parte de la unidad, amar incondicionalmente por sobre todas las cosas y quiere estar con el alma gemela, con quien comparten su divinidad y el amor divino.

El amor une. Es la energía de más alta vibración que mueve el universo. Es la fuerza vital de la vida. Despierta los sentimientos más puros y le da brillantez al alma. El amor transforma la pérdida en aprendizaje, practica el desapego y el dejar ir todo el tiempo, trasmuta el dolor en perdón, y la oscuridad en luz. El amor es una energía curadora, cura las perjudicadas de nuestras almas. El amor es la fuerza más poderosa que mueve y une. Despierta los sentimientos más nobles y las ideas más creativas. El amor es capaz de hacer poder.

Ustedes tienen varias almas gemelas que se parecen a ustedes porque pertenecen a su familia álmica o comparten la misma monada (matriz del alma) o la misma radiación que les dio un ser cósmico en su naturaleza crística. El Creador nos ha dicho que a veces la mónada se divide en tres, cuatro y hasta más, cuando llega a la densidad de este plano y a veces no se divide.

Esto hace aún más difícil encontrar al femenino divino o al masculino divino en el plano físico, se requiere de una enorme persistencia. Persistencia, confianza y vivir con nuestro yo verdadero es toda lo que la Madre Divina nos está pidiendo para llegar al Uno con la flama gemela.