Que el Universo es abundante es algo que todos sabemos, infinito de hecho, y si nosotros somos parte de él, somos él, una de sus manifestaciones aquí en la tierra, debemos entender que nosotros somos abundancia y todas las características de la fuente universal. En eso se basa la manifestación de la abundancia universal del YO SOY.

Lo esencial es obtener la conciencia del “YO SOY”, lo cual conduce al SER, conforme se va adquiriendo la capacidad de ESTAR, estar presentes en el AQUÍ Y AHORA.

SER en el SER del YO SOY como Espíritu.

ESTAR es sinónimo de SENTIR, SER, lo es, de darse cuenta de que SE ES, gracias a la toma de conciencia.

TU YA ERES, siempre has sido. En ti esta la presencia de la Eternidad presente en el momento, en el eterno presente, lo cual implica la CONCIENCIA CÓSMICA, al estar centrados en la Esencia de Ser.

Este estado equivale a la ILUMINACIÓN, a la unificación, desde nuestro átomo vital, entendido este como el núcleo de poder que contiene las particularidades cualitativas y cuantitativas las cuales le son propias como arquetipo individual desde donde se engarza a la afonía universal, dando a su vez un impulso evolutivo desde la tónica de esa nueva energía integrada al todo, emanada desde el centro de su conciencia a partir de esa chispa de luz original, convertida en un SOL refulgente, reverberante, esplendoroso.

Es aquí donde se da la OMNIPRESENCIA en la mente MULTI-DIMENSIONAL.

Los procesos que hacen posible lo mencionado, se verifican en la Activación de los cuerpos superiores desde el mico-cosmos que el hombre es, desde su naturaleza Divina, la cual se le va revelando mediante el equilibrio que va él adquiriendo.

El equilibrio de la dualidad, lo conduce a la unidad, la integración consigo, liberándolo de las polaridades, de múltiples y variadas facetas que estas contienen.

Las dualidades son valores relativos, clasificándose según el grado evolutivo y la amplitud de conciencia de cada uno.

Estos valores están basados en el bien y el mal, lo que resultan a su vez un tanto convencionales dependiendo de la época histórica y las condiciones en las que se desenvuelvan las sociedades.

A partir de aquí se desprende un sinnúmero de conductas las que varían entre lo que se debe y no se debe hacer lo que forma luego la moral que se vuelve costumbre, y esta una forma de vida que rige determinado núcleo social.

Superar estos condicionamientos es lo que hará posible que el hombre sea capaz una vez concientizado de ello, de conducir su vida toda de acuerdo al BIEN SUPREMO, lo cual requiere una verdadera revolución de valores conduciéndolo al desapego, de lo personal a una vida impersonal, de manera que él va siendo receptivo a las facultades del SER al irlas intuyendo conviertien dolas en su único y total centro de atención lo cual irá haciendo posible la manifestación del SER desde la LUZ DEL ESPIRITU.

De aquí la importancia elemental de SER antes que de HACER para que se pueda Hacer, Estando, como sinónimo de presencia.

Por el contrario, si se quiere hacer, sin haber sido ni estado antes; se actúa en el ego, desde donde se quiere hacer para tener, solo con intereses personales, pretendiendo llegar a ser por estos medios equívocos.

Al invertir este proceso, se trabajara desde el mundo interior y no del exterior, se hará así en el mundo de las causas en vez de moverse tan solo en el mundo externo superficial de los efectos.

A tu alma no le interesa lo que haces, eso es cosa de tu persona. A ella lo que le importa, es el como lo haces.

Puesto que tú ya eres, no es que necesites hacer para ser; es por el contrario, ya que tu eres, es por lo cual que haces.

Entonces la naturaleza colaborara con aquel que se ha ofrendado a ella, liberándolo de su propio lastre; y el universo proporcionara los recursos para que se logre la finalidad de la reintegración, con lo cual se contribuirá al engrandecimiento de SER UNIVERSAL

Se ha dicho, para SER se ha de ESTAR, estando en el presente, es así que SE ES, desde tu originalidad.

Jamás querer hacer ni menos tener para pretender SER, ya que TÚ YA ERES, así como estás, desde ahora ya estás así completo, ya eres perfecto desde tu DIVINIDAD, la que siempre has sido, tan solo hay que ser conscientes de ello.

La aparente imperfección, la maldad, lo finito etc. Son ilusiones impuestas por la cultura, la herencia etc.

Permítete ser un digno representante de DIOS mismo, aquí en la tierra, como parte esencial de EL, y el universo por ello se regocijara, cooperando para que semejante grandeza sea realizada.

Lo que se hace desde este estado, será mágico, y será también bendecido en abundancia; y la naturaleza igualmente convertida en una aliada facilitara los recursos para tal finalidad.