Los sueños lúcidos son aquellos en los que somos conscientes de que lo que está ocurriendo es lo que estamos soñando.

Han habido muchos experimentos en los últimos años para determinar de qué forma se puede llegar a programar un sueño y así, tornarse lúcido. Éste consiste en, durante el sueño, adquirir consciencia de que se está soñando. Esto puede parecer sencillo, pero si algo tienen los sueños es que son extremadamente convincentes y, cuando estamos sumergidos en ellos, cualquier cosa que suceda, por extraordinaria que sea, nos resulta en el sueño, de lo más normal.

Pasos para programar un sueño lúcido

1.- Memoria Onírica

Antes de intentar movernos de forma consciente en un sueño, lo más importante es aprender a recordarlos. Lo más recomendado es hacerlo en el momento en que nos despertamos. El paso del sueño a la “realidad” no debería ser un escalón, por ejemplo, si estamos soñando que volamos por una pradera y acto seguido despertamos pensando en nuestros quehaceres y preocupaciones diarias es difícil que logremos recordar mucho.

Los principales consejos para recordar los sueños son:

– Tener ganas de experimentar para lograr el objetivo
– Probar diferente métodos, tales como cuando despertamos, hacernos preguntas al respecto de lo que estamos haciendo ¿qué estoy haciendo ahora?, ¿me he despertado ahora o sigo en sueños?, al mismo tiempo de que nos hacemos conscientes de dónde estamos
– Es importante estar descansados y dormir lo suficiente para recordarlos.
– Antes de acostarnos tener pleno quiero de querer recordar lo soñado.
– Práctica diaria, al intentar recordar los sueños de forma cotidiana, cada vez será más fácil recordar nuestros sueños.

2.- ¿Estoy soñando?

Los expertos inciden de que hay que atacar al subconsciente todo el tiempo en el sueño, para ello, una de las formas es hacernos esta pregunta durante el día, cuantas más veces mejor, porque si nos acostumbramos al hábito de preguntarnos también los haremos inconscientemente durante el sueño.

3.- Comprobación de la realidad

Hay que verificar durante el sueño que estamos dormidos, para ello, de nuevo hay que burlar el subconsciente a través de la conciencia. Existen muchos trucos que podemos practicar para poder conseguirlo. Por ejemplo: una de las pautas sería mirarnos con atención las manos antes de ir a dormir lo más claramente posible. O bien, observar el reloj e inmediatamente volver a revisarlo, en la experiencia onírica la hora no será igual, y así se activará algo en ti dentro del sueño.

También podemos probar con taparnos la nariz y comprobar que seguimos respirando, y como éstos muchos ejemplos, es cuestión de probarlos y sobre todo, cuando decidamos que truco realizar, repetirlo muchas veces durante todo el día . De este modo se comenzaría a controlar la percepción consciente mientras dormimos, pero es pertinente un entrenamiento tenaz. Hay quienes tienen un don natural para vivir sus sueños y controlarlos conscientemente, mientras otros requieren mucho más tiempo y voluntad para conseguirlo, siempre dependerá de la persona y sus cualidades.

4.- Tiempo del sueño

Puede ser de gran ayuda aprender a ser conscientes también del tiempo que transcurre en el sueño. En ellos, el tiempo se altera, entramos en un mundo del no-tiempo, podemos vivir una vida entera en una sola noche soñada y es bueno percatarse de ello para poder recordarlo pero lo normal es que pasemos por inadvertido este detalle, como todo el resto los detalles de los sueños que tenemos cada noche.

El primer sueño de la noche es el más corto, dura alrededor de diez minutos, mientras que durante ocho horas de sueño cada período puede durar entre cuarenta y cinco minutos y una hora. Durmiendo toda la noche tendremos un período de sueño de cada noventa minutos. Las investigaciones aciertan en que lo recomendable para recordar un sueño es despertarnos cada noventa minutos, porque así lo tenemos muy presente aún en nuestra conciencia.
5.- Diario onírico

Otro paso importante es escribir nuestro sueño cada vez que despertemos, o mejor grabarlo en una grabadora, será más cómodo para nosotros. Así estamos “programando” al subconsciente indicándole que los sueños son parte importante de nuestro día a día. También este sería el primer paso para identificar cosas comunes en distintos sueños y empezar a vislumbrar una interpretación del mismo por asociación libre.

6.- Inducción mnemónica del sueño lúcido (MLD)

El último paso es aplicar la MLD ,que se basa en algo tan poco complejo y esotérico como la aptitud para recordar las acciones que quieremos realizar en el futuro. Para conseguirlo hemos de seguir los siguientes pasos:
– Si ponemos en práctica despertarnos cada noventa minutos, debemos tratar de recordar el sueño tantas veces como nos sea posible.
– Luego, mientras permanecemos en la cama hemos de pronunciar una frase para reforzar el hecho de querer recordar de forma consciente el sueño. Dicha frase ha de ser siempre la misma, para que el cerebro programe como una orden tu expreso quiero de recordarlo. Un ejemplo podría ser: “Ahora, cuando vuelva a dormirme, voy a tener un sueño y quiero recordar que estoy soñando”.
– Visualizamos como regresamos de vuelta al sueño y nos vemos a nosotros mismos, dándonos cuenta del hecho de que estamos soñando.
– Repetir el último y anterior paso tantas veces como sea posible.

7.- ¿Que viene después del sueño lúcido?

En definitiva, siendo muy tenaces y con una voluntad a la hora de realizar todos estos pasos, obtendremos un sueño lúcido. Entonces, se nos da la oportunidad de pasar a un siguiente paso, mucho más profundo y que nos ayudaría a resolver de forma terapéutica muchos de nuestros traumas personales.

8.- Ser testigos de nuestro sueño mientras dormimos

La evolución de la conciencia de uno mismo no concluye en la lucidez, sino que prosigue hasta un estado de consciencia más sosegado y ecuánime que parece carecer de límites. Sabemos que estamos en un sueño siendo testigos del mismo porque experimentamos un estado de conciencia interior tranquilo y relajado, dónde podemos comprobar que lo que sucede en nuestro sueño no nos vincula emocionalmente a el.

Incluso podríamos ir más allá en nuestro experimento personal y cambiar el contenido del sueño una vez que nos damos cuenta de que el sueño no interfiere en nuestras emociones y nos mantiene separados del mismo, podremos manipular el argumento y los personajes para crear el tipo de situación que realmente quieremos que suceda.