Las Hadas y otras criaturas Mágicas del Mundo invisible que trabajan para la Luz al lado de la Humanidad (I)

¿QUÉ SON LAS HADAS?

Qué son las hadas es una pregunta difícil de responder porque, si pudiéramos contestarla, las hadas no serían los seres tan mágicos, misteriosos, escurridizos y etéreos que son. Actualmente hay mucha gente que no cree en las hadas o que, como mínimo, se siente infantil e ignorante si admite la posibilidad de su existencia.

En medio de la gran ciudad, rodeada de altos e impersonales edificios, tráfico, ruidos de todo tipo, humos… es difícil, aunque no imposible, creer que las hadas existen. En cambio, si te adentras en un bonito jardín o te vas de excursión al campo, a la montaña, a la playa… y contemplas la belleza que te rodea, seguramente opinarás de otra manera. ¿Quién crees que pone sobre la tierra las innumerables, coloridas y fragantes flores? ¿Quién impulsa a cantar a los pájaros? ¿Quién te acompaña por el bosque en las noches de Luna Llena? ¿Quién te susurra al oído, como Campanilla, algún secreto que has de conocer para hacer tu vida más alegre, grata, satisfactoria y feliz de lo que es? ¿Y quién, sino tu Hada Madrina, además de tu Ángel de la Guarda y otros Seres de Luz Divina que te acompañan a lo largo de cada encarnación, está siempre preparada con su varita mágica para ayudarte a hacer realidad tu sueño de ir a bailar con el príncipe, con la princesa o cualquier otra cosa que tu corazón anhele?

Adentrándonos en el encantamiento del mundo natural y contemplando toda la belleza que hay en nuestra Madre Tierra, nos aproximamos mucho a las hadas y es más fácil entender el tipo de seres que son, sin quieras de definición teórica alguna, porque la lógica y la razón no van con ellas. Las hadas y demás criaturas mágicas del mundo invisible que trabajan para la Luz al lado de la Divinidad y la humanidad, no se piensan, sino que se notan, se perciben y se sienten.

La mentalidad parcialmente científica que ha imperado en los últimos siglos, niega la existencia de las hadas y demás criaturas mágicas, argumentando que son un producto de la imaginación y un intento para escapar de la realidad, propio sólo de mentes ignorantes e ingenuas y no de personas evolucionadas, inteligentes y sabias. Con esta manera de pensar tan parcial e incluso rígida, l@s científic@s olvidan, o tal vez tienen miedo de reconocer, que la ciencia, la lógica y la razón no han explicado ni explicarán nunca todo lo que existe, aunque se empeñen, vanidosa y arrogantemente, en afirmar que así es.

Existe también la creencia de que las hadas son los espíritus de personas que, tras la vida terrestre, han pasado ya al otro lado, o de l@s antepasad@s, que regresan con regalos de sabiduría o alerta. En muchos cuentos y leyendas, las hadas se llevan a personas a su tierra, entrando y saliendo de ella con el Hada Anfitriona. Los celtas creían que la tierra de las hadas era también la tierra de los desencarnados. Una de las definiciones de las hadas dice que son el espíritu de los desencarnados, que sigue unido a la Tierra y que aún no ha pasado a su eterna morada, dondequiera que esté.

Es posible que las hadas sean ángeles de las secciones inferiores de los rangos angelicales y que estén aquí para observarnos, guiarnos y bendecirnos. Tal vez sean seres que intentan descarriarnos. Aunque también es posible que no sean ni lo uno ni lo otro, sino un espíritu que se haya quedado “atrapado” en el plano terrenal sin llegar a alcanzar el paraíso. También podrían ser seres de otros planetas llegados en naves espaciales o criaturas enanas, animales o pájaros que apenas se dejan ver.

En realidad, las hadas no son nada de lo anterior. Son seres que habitan en el Otro Mundo, en el Mundo Invisible, en una dimensión de la existencia próxima a la nuestra y que de vez en cuando se solapa con ella en alguna parte. El Otro Mundo, el Mundo del Misterio y las hadas que lo integran, están siempre presentes para algunas personas. Las hadas son espíritus de la naturaleza que cuidan todo lo que crece y tiene vida en este planeta que habitamos aquí y ahora, ya sea ésta mineral, vegetal, animal o humana. Son entidades elementales del fuego, el aire, el agua y la tierra. Son l@s antigu@s dioses y diosas de la Tierra. Es cierto que también pueden ser mensajeras del espíritu que reparten sabiduría y criaturas maliciosas.

Hay muchas hadas asombrosas y poderosas, a algunas se las teme por su extraordinario poder, como a Maléfica, el hada que sumió a la Bella Durmiente en su largo sueño, y muchas otras son juguetonas y amables, como Campanilla, siempre dispuesta a ayudar a Peter Pan en sus experiencias más allá de la realidad cotidiana.
Otras denominaciones para las hadas, que les gustan mucho más que ésta, son: la Buena Gente, la Pequeña Nobleza, la Gente Menuda, la Gente Honesta, la Gente de las Colinas, los Buenos Vecinos, las Gentes de Paz…

Tradicionalmente, todas las historias y leyendas sobre las hadas proceden de personas que vivían cerca de la tierra e interactuaban cotidianamente con ellas. Los poderes psíquicos con los que tod@s contamos no sólo se circunscriben y desarrollan en habitaciones oscuras. De hecho, la mejor manera de fomentar la intuición y de obtener una percepción sensorial plena es pasando mucho tiempo en la naturaleza, donde el Otro Mundo está tan cerca que casi podemos tocarlo con la mano. Muchas hadas son el propio aliento de la Tierra y están asociadas a la esencia del lugar.

La noción de hada pertenece al punto de vista occidental y, aunque todas las culturas tienen sus tradiciones al respecto, se suelen combinar y fundir con nociones de dioses y de antepasados. Aunque hasta cierto punto esto es lo que ha sucedido en Occidente, nuestro concepto de hada se acerca más a un “espíritu de la naturaleza”, y por eso existen diversos conjuntos de tradiciones populares. Hay muchos tipos de hadas, como las ya mencionadas de la naturaleza, algunos de cuyos miembros están descritos en otras entradas de este blog de la carpeta EN ARMONÍA CON LA TIERRA.

Es también importante recordar que las hadas, al igual que las diosas, los dioses, los arcángeles, los ángeles, los seres elementales, los planetas, los signos astrológicos…, además de energías en sí mismos, son igualmente arquetipos de la Mente y la Conciencia Universal, que reúnen una serie de características y cualidades de las que tod@s nosotr@s también disponemos en nuestra composición energética básica y esencial, aunque a menudo no se han trabajado, integrado y desarrollado.

Un arquetipo es un modelo o patrón energético ideal, que nace en la mente, colectiva o individual y que, posteriormente, alimentado por las emociones, las actitudes, las palabras y los actos, va tomando forma y materializándose, a medida que va pasando por todos los planos de la existencia, desde el éter, el entramado sutil en el que dichos arquetipos nacen, hasta la tierra, donde gracias a la densidad con la que se rodean aquí, podemos verlos convertidos en realidad. Los arquetipos, en cualquier ámbito, se van recargando energéticamente a medida que se usan y por eso tienen y conservar el poder de acción que tienen.

Todos los arquetipos, como he señalado en el apartado anterior, tienen su origen en la Mente y la Conciencia Divina, que es la Energía Primordial de la que todo emana, una energía que va diferenciándose y dividiéndose, como las células, en distintas dimensiones, planos y combinaciones, de las que llegado el momento nace la realidad que conocemos. Los arquetipos nos muestran, gráficamente, los distintos tipos de energía de los que todo se compone y que forma parte de la Energía Prístina y Universal, o si lo prefieres, del Inconsciente Colectivo de la raza humana. Como todo está unido y todo es una parte holográfica del

Todo, esas cualidades y características arquetípicas están presentes en nuestro ser, las traemos a la existencia en nuestro ADN y podemos activarlas en cualquier momento que lo queramos o necesitemos. No debemos por tanto ver estas representaciones simbólicas como algo externo a nosotr@s, con lo que sólo podemos jugar y divertirnos, sino como energías y fuerzas presentes en nuestro ser que podemos expresar y utilizar en nuestro cotidiano hacer en el mundo.

Como para agrados están hechos los colores, cada grupo arquetípico: hadas y criaturas mágicas, diosas, dioses, ángeles, arcángeles, elementales, devas, planetas, signos zodiacales…, nos ofrece una alternativa de trabajo acorde con nuestras creencias y con aquello que más sintoniza y resuena interiormente con nuestro ser. Ninguno es mejor ni tiene más poder que otro, son energías distintas con distintas características y distintos cometidos que se complementan y fortalecen entre sí. Todos ellos son potencias de la misma naturaleza, es decir, de la naturale za de la Luz Divina, aunque diferentes en su grado y forma de manifestación, expresión y presentación. Cuantas más activamos, integramos y expresamos, mayor es nuestro abanico de posibilidades y recursos. Sólo existe una

Luz Divina y todas sus variantes son alternativas a nuestro alcance para guiarnos y orientarnos en nuestra evolución, mientras viajamos por el Universo en la nave Tierra. Son figuras simbólicas que nos recuerdan que tod@s y cada un@ de nosotr@s, sin excepción alguna, también somos Eso porque Eso es Todo y lo Único que Hay. Hemos olvidado esta verdad durante mucho tiempo y ahora ha llegado el momento de recordarla de nuevo y, sobre todo, de aplicarla y manifestarla en el mundo de la materia.

Por todos estos motivos, me parece esencial dedicar en este blog un tiempo y un espacio para hablar de las hadas y de otras criaturas mágicas de la Luz Divina, con las que podemos trabajar en la vida cotidiana, de cara a ver cumplidos nuestros sueños, proyectos y objetivos. Cada uno de los cuatro elementos de la

Naturaleza: fuego, aire, agua y tierra tiene sus propias hadas y criaturas mágicas. Además, hay hadas de los árboles, de las flores, del clima, domésticas y de chimenea. Cada país tiene asimismo sus propias hadas y criaturas mágicas, esas que a lo largo de su historia han ayudado a sus gentes en la tarea de la supervivencia. Para comenzar, vamos a conocer a algunas de las Hadas Acuáticas. Confío en que disfrutéis con la magia de las Hadas y que su presencia resulte útil en vuestra vida, además de divertida y alegre.

HADAS ACUÁTICAS

De los cuatro elementos de los que está formada la Tierra, el agua es quizás el que cuenta con más hadas, ya que estos seres se manifiestan más fácilmente en ambientes húmedos. El agua, siendo el elemento más variable por su capacidad de adaptación al cauce o al recipiente que la contiene, tiene a la vez mucha fuerza y propiedades, pudiendo retener muy fácilmente numerosas impresiones e imágenes, gracias a su facilidad para abrir una ventana entre los mundos. El agua, un elemento lunar por excelencia, está asociada a las emociones, a los deseos inconscientes y a los miedos reprimidos, como bien lo reflejan las hadas acuáticas, que suelen ser muy bellas y seductoras.

Debido a que los hombres, hasta ahora, han estado en general menos conectados a sus emociones que las mujeres, y el mundo emocional ha supuesto con frecuencia una susto para su seguridad y su mente racional y consciente, las hadas acuáticas, cuando se presentan ante ellos, suelen hacerlo con el aspecto de mujeres exquisitas, como por ejemplo las sirenas.

Veamos ahora las características de algunas de estas hadas acuáticas, comenzando por LA SELKIE y continuando por NINGYO y LA GWARGEDD ANNWN.

LA SELKIE

Érase una vez un cansado cazador, en las frías tierras del Norte, que iba de regreso a casa en la oscuridad de la noche. Su viaje le llevó cerca de la costa, donde la Luna Llena iluminaba las aguas y llenaba la arena de tanto brillo que parecía una perla. El hombre apartó los arbustos y entonces, para su asombro, vio a tres hermosas mujeres bailando desnudas allí donde las olas rompían a sus esbeltos pies.

Hipnotizado, el cazador las observó y creyó oír una música espeluznante a la luz de la brisa marina. Bajó la mirada y vio tres pieles de foca en la arena, una para cada una de las graciosas bailarinas. El cazador había oído cuentos de mujeres-foca, o más bien con ojos de foca que, de hecho, escondían un alma humana en su interior animal. Él se sentía solo y anhelaba una esposa con quien compartir las noches, las alegrías y las cuitas de la vida. Miró a las encantadoras bailarinas otra vez y, de un impulso, cogió una de las pieles y la escondió en su chaleco.

La danza estaba terminando. Riéndose armoniosamente, las mujeres dieron un brinco para recuperar sus pieles, meterse dentro y zambullirse en las olas. Una de ellas, la más hermosa de todas, no encontraba su piel y su pánico crecía mientras la buscaba, cuando el cazador se plantó delante de ella y le dijo: “Tengo tu piel. Ven y cásate conmigo. Te devolveré la piel dentro de siete años, para que hagas lo que quieras con ella y con tu vida.” Secretamente, el cazador creía que la mujer-foca sería tan feliz con él que dejaría de pensar en el océano a favor del calor de su chimenea. ¡Qué poco comprendía la llquerida de las olas y su música hechizante!

¿Qué podía hacer la mujer-foca para evadir ese destino que el cazador había decidido para ella al arrebatarle su piel? No tuvo otra alternativa que acceder, irse con él y convertirse en su esposa. No obstante, vivieron felices durante un tiempo. Ella hizo todo lo que el hombre esperaba que hiciera y se comportó como él esperaba que se comportara. Pero sus enormes y bellos ojos grises estaban cada vez más distantes y buscaban el mar muy a menudo. Tuvieron un hijo y ella amaba profundamente al cazador, pero un día, su piel se secó y se rompió, y su bello rostro se volvió triste y sombrío. Así se cumplieron los sietes años que el cazador le había exigido acompañarle y entonces ella, recordándole su promesa, le suplicó que le devolviera su piel de foca. Él se enfadó mucho y le increpó si estaba pensando en abandonar a su hijo, le preguntó si estaba dispuesta a marcharse para desaparecer en las olas.

La mujer-foca se calló pero estaba cada vez más triste y taciturna, y sus ojos cada vez eran más grandes. Sin embargo, jamás derramó una sola lágrima, tan grande era su pena que ni siquiera podía llorar. Su hijo la amaba profundamente y hacía todo lo que podía para animarla, pero nada le devolvía a su madre la alegría perdida. Un día escuchó una conversación entre sus padres y supo la verdad sobre su madre. Incapaz desde entonces de soportar su infelicidad, se dedicó a seguir a su padre a hurtadillas, hasta que un día le vio cavar la tierra y sacar de ella una piel de foca. Tras comprobar que estaba intacta, como el día que se la arrebató a su esposa, volvió a enterrarla.

El chico se puso muy contento, porque ahora sabía qué tenía que hacer para devolverle la alegría y la sonrisa a su madre. Esperó a que su padre se marchara de caza y volvió al lugar donde estaba enterrada la piel. Cavó, la desenterró y se la llevo corriendo a su madre.

Cuando ésta la vio, sus ojos grises brillaron considerablemente y, sin apenas detenerse a abrazar a su hijo, cogió la piel, se la puso encima, corrió hacia la orilla y se introdujo en las aguas. El muchacho corrió detrás de su madre, gritándole que no le dejara allí y que le llevara con ella. Entonces, sin pensarlo dos veces, le agarró, le exhaló su magia y se lo llevó consigo bajo las olas.

Aprendió muchas cosas maravillosas en el mundo subacuático, absorbiendo la sabiduría y la gracia de la gente de la que su madre procedía, sabiendo al mismo tiempo que no podría quedarse allí para siempre, porque su lugar y su destino estaban en la tierra, con su padre. Llegado el momento, su madre le devolvió a la orilla y, besándole por última vez, se marchó llena de tristeza.

El cazador se alegró muchísimo de volver a ver a su hijo y le ayudó a readaptarse a la vida en la Tierra, pero cada vez que el muchacho veía el reflejo de la luz de la Luna, sentía la presencia de su madre. Con el tiempo se convirtió en un renombrado músico, cuyo mayor agrado consistía en sentarse a tocar junto a la playa, mientras las mujeres-foca brincaban y bailaban a lo lejos sobre las olas.

EL SIGNIFICADO DE LA HISTORIA

La historia de LA SELKIE procede de las islas escocesas de Orkney y Shetland. Hay varias versiones, pero todas tratan el mismo tema. Las hermosas Selkies que se divisaban en el mar, se emparejaban a veces con los humanos y despertaban en éstos un deseo por el Ultramundo. Inevitablemente, la unión acababa en tragedia, pues la Selkie atrapada anhelaba volver a su hogar acuático y al final se escapaba, igual que se escapa el agua entre los dedos de una mano ahuecada.

Esta historia nos muestra que el don más grande derivado de la unión entre el humano y el hada es la inspiración creativa. Intentar controlar y encarcelar la magia escurridiza del hada es un error, pues destruye lo que más ama, y si se rompen las promesas, el resultado es desastroso, como en el caso del esposo cazador. Sin embargo, los dones de las hadas se manifiestan en el hijo del cazador y de LA SELKIE, que puede tocar una música encantadora, una de las formas de crear un puente entre este mundo y el Otro.

El mar, como todo el elemento agua, representa las emociones, pero no sólo las emociones y los sentimientos personales y de los lazos humanos ordinarios, sino también los deseos de la humanidad, los recuerdos de todos los tiempos y sentimientos demasiado sobrecogedores y profundos como para que un ser tan sensible como LA SELKIE los olvide. Ella pertenece al océano emocional colectivo y debe danzar el baile de la Vida, es decir, adquirir muchas y más distintas experiencias que las aprendidas con las alegrías del matrimonio y la maternidad.

Para nosotr@s, LA SELKIE representa el deseo del alma por su verdadero hogar, que puede estar muy lejano y distante de nuestro hogar cotidiano. LA SELKIE nos enseña a escuchar la canción más profunda de nuestro corazón y a seguir su deseo, pues es la única manera de encontrar y mantener la paz en nuestra vida diaria.

Deslizándose por rocas de peltre y emergiendo en ondas para fundirse con el nebuloso horizonte, LA SELKIE trae un mensaje para ti: en el gris y en el verde, en el morado y en el corinto del océano nórdico. Escucha ese mensaje en tu corazón, pero antes reconoce que debes ser honest@ contigo mism@. Si estás guardando las apariencias para sentirte más segur@ y aceptad@ por quienes te rodean, tal vez estés pagando un precio demasiado alto. Piensa, con el cerebro que hay en tu corazón, si merece la pena asumir ese elevado coste. Ponte tu piel de foca y ten la valentía de sumergirte en las aguas, para encontrar tu verdadero origen y el camino que quieres seguir a partir de este momento: seguir atrapad@ en tu morada o nadar entre las aguas en busca de una vida mejor.

NINGYO

NINGYO es un hada acuática japonesa con lágrimas de perla. Algunas fuentes dicen que tiene cabeza humana y cuerpo de pez. Otras creen que va vestida con trajes de seda que se mueven como las olas. Las NINGYO residen en magníficos palacios debajo del mar y son muy seductoras.

Urashima Taro era un joven pescador de naturaleza amable. Un día, mientras regresaba a casa, se encontró con unos jóvenes que estaban atormentando a una tortuga. Al no poder detenerlos, les propuso comprarles el animal. Los jóvenes cogieron el dinero y salieron corriendo y el pescador puso a la tortuga a la sombra, para que se recuperara. Poco después, tras reponerse de las agresiones sufridas, se marchó nadando.

Al día siguiente, en el barco de pesca, Urashima escuchó que alguien decía su nombre. Al bajar la mirada hacia las aguas vio a la tortuga que había rescatado, que le buscaba para invitarle a visitar el palacio del rey bajo el mar. Urashima se montó a su espalda y entonces la tortuga se hizo mucho más grande de lo que era y le llevó al maravilloso palacio subacuático. Una vez en las profundidades marinas, unos peces de brillantes y vivos colores le llevaron junto a una encantadora princesa del mar.

Ésta contó al muchacho que, en realidad, era la tortuga que había rescatado el día anterior. Urashima se enamoró inmediatamente de ella y juntos vivieron dichosos durante tres días. Pasados éstos, el pescador empezó a preocuparse por sus padres, que pensarían que algo le habría ocurrido para no volver de su pesca diaria, e insistió en que quería hacerles una visita.

La joven le dio entonces una cajita como talismán, pidiéndole que no la abriera. Urashima prometió obedecer su petición. Cuando regresó a su pueblo se sintió desse var. Todo había cambiado y la gente hablaba de un joven pescador que había desaparecido en las aguas trescientos años antes. Como no quedaba ni un solo rastro de su hogar de antaño, lo único que se le ocurrió hacer fue regresar al palacio submarino pero antes, desconcertado y triste, se detuvo a descansar en la orilla. Buscando respuestas a su desconcierto, sacó la caja talismán que le había entregado la doncella-tortuga y la abrió. En ese mismo instante, una violenta niebla rosa salió de ella y lo envolvió por completo, quedando después convertido en polvo.

Esta historia nos advierte y recuerda que el tiempo transcurre de otra forma en el País Encantado de las Hadas y, si cuando estamos en él olvidamos nuestro mundo, tal vez no podamos regresar a él cuando queramos hacerlo. También nos alienta a no involucrarnos más de la cuenta en los asuntos y la vida de las Hadas, pero sin quedarnos tampoco demasiado cort@s por temor a que su energía nos envuelva tanto que olvidemos la nuestra y quedemos convertid@s en polvo. Urashima murió por su falta de fe y también por su interrogadora mente humana, que siempre quiere saberlo todo y tenerlo todo controlado para que nada se le escape.

LA GWARGEDD ANNWN

La GWARGEDD ANNWN (pronunciado “grageth anun”) es una hada acuática galesa que suele ser mujer, rubia y delgada. Su belleza la hace irresistible para los hombres y, a pesar de ello, si los mortales lo merecen, pueden convertirse en esposas devotas.
Un cuento galés habla de un granjero que se puso a espiar a una asombrosa dama mientras ésta se peinaba en el estanque de una montaña. Le ofreció pan, pero ella le dijo que estaba demasiado duro, desapareciendo bajo las aguas unos instantes después. Al día siguiente, la madre del granjero le dio una masa blanda, que la dama volvió a rechazar. Al tercer día aceptó un pan ligeramente cocido. Su padre, el Señor del Lago, dijo que podría casarse con el granjero, aportando una dote aceptable, y que éste lo perdería todo si golpeaba tres veces a su esposa.

La pareja se casó y vivió muy feliz. El hada era una buena esposa y tuvieron tres hijos, pero su comportamiento resultaba extraño para el granjero y sus gentes, ya que GWARGEDD ANNWN lloraba en momentos felices, como el de la cosecha, y reía en los funerales. Su esposo, que no podía entender esta diferente manera de actuar, le dio un fuerte codazo en un par de ocasiones y, cuando lo hizo por tercera vez, ella le acusó de haberla golpeado tres veces y se marchó al fondo del lago con todos los animales de su dote. Sin embargo, visitaba a sus hijos con frecuencia y, cuando lo hacía, les enseñaba los secretos de la medicina herbal, pues las GWARGEDD ANNWN representan grandes dones para la humanidad.

En las historias/leyendas de Avalon y el Alto Rey Arturo, la Dama del Lago era una GWARGEDD ANNWN que, según algunas versiones, le robó el bebé Lancelot a su madre humana, se lo llevó al mundo subacuático como si fuera suyo y le preparó amorosamente para su heroico futuro. Fue también ella quien encargó y entregó a Arturo la espada mágica: Excalibur, cuya hoja le hacía invencible ante sus enemigos y su vaina le protegía de cualquier daño siempre que la llevaba en su cintura. También se conoce a esta GWARGEDD ANNWN por los nombres de Viviana, Nimue y Niniana.

Benignas y generosas por completo, las GWARGEDD ANNWN ofrecen a la humanidad todas las bendiciones de la magia encantada. Sin embargo, l@s human@s no solemos comprender los valores y la sabiduría de las hadas y, casi siempre, nos cuesta servirte de de una manera positiva los dones que tenemos delante de nosotr@s. A pesar de ello, estos espíritus acuáticos, como tanto otros de este reino y de todos los reinos de la Naturaleza, siguen anhelando que podamos unirnos a ellas en su mundo de magia y de luz, sin abandonar por ello el nuestro. Así que, si queremos conseguirlo algún día, no tenemos otra alternativa que seguir practicando.