En muchos lugares del mundo se considera al Aloe como una planta protectora y portadora de buena suerte. De hecho en el Cono Sur y Centroamérica se conoce el Aloe como una planta que invoca la suerte. Por ello, hay costumbre de colgarlas en comercios y casas particulares, en un lugar visible para proteger el hogar y invocar lo bueno. Surperstición o no, lo cierto es que no es algo nuevo, ya nuestros antepasados le daban a esta planta unas propiedades divinas.

En este sentido, en México es considerada una planta sagrada y se adorna para canalizar sus poderes esotéricos con un lazo rojo también junto a ajos, santos, sal y otras hierbas para invocar la bienestar, la suerte y la fortuna y contentarse de protección contra el mal. Si se le coloca un lazo rojo se dice que invoca el amor y si el lazo es de color verde invoca la suerte.

Además, para proteger el hogar se coloca colgada boca abajo en las ventanas. Así, colócala en un lugar visible y transitado y déjala actuar, protegerá tu hogar o tu negocio. En un sentido místico, al Aloe, se le atribuye el poder de purificar el alma.

También es una hierba sagrada del islam, lo mismo que la ruda es la del cristianismo y el hisopo la del judaismo. Los musulmanes que han hecho el peregrinaje hasta la Meca cuelgan áloe de las puertas de sus casas como medida de protección y como símbolo del peregrinaje.

En sí misma la hierba es un símbolo de paciencia, especialmente la sumisión paciente a la voluntad de Dios. Se puede utilizar en el baño como ayuda para el desarrollo de la paciencia. Utilice un cuarto de taza de áloe troceado, que se deja en remojo en un cuarto de agua hervida. Añadir al agua de la bañera y bañarse entre quince y veinte minutos.

El áloe tiene también muchos usos en medicina. En particular es una hierba suavizante que se utiliza para curar cortes y abrasiones.