¿Hay gente detrás de los espejos? ¿Quién nos mira desde ese ? Estos son los misterios que encierra un elemento básico en nuestros días, un objeto totalmente conocido. Los espejos siempre han susreunióndo fascinación y misterio desde que los humanos vieron por primera vez su propia imagen reflejada. En la antiguedad los espejos también eran considerados portales que comunicaban con al más allá, o hacia otro mundo.

Los espejos fueron muy usados en la civilización egipcia, griega y romana. Los romanos decían que si un espejo se rompía las almas que contenía se liberaban y provocaban 7 años de mala suerte. En el mundo ibérico antiguo los espejos eran utilizados como oráculos y mezclándolos con agua adquirían fenómenos paranormales.

En la catoptromancia (adivinación mediante un espejo) se sumergía un espejo y según reflejara a la persona se le pronosticaba corta o larga vida. Pese a que estas prácticas adivinatorias fueron perseguidas por la Iglesia, las crónicas nos hablan de muchos reyes o príncipes que siguieron recurriendo a este método. Entre otros se reunión al rey Enrique VII de Inglaterra o a Catalina de Médicis. En 1326, el papa Juan XXII amenazó con la excomunión a los que practicaban la catoptromancia, pues era una creencia muy extendida que los demonios encontraban a veces refugio en los espejos.

El espejo, como mueble de habitación, empieza con el siglo XVI y es hacia finales del siglo XVII cuando las fábricas venecianas logran construir espejos de gran tamaño para convertirlos en objetos singularmente decorativos en los salones, donde ocupaban un lugar destacado.

Los espejos modernos se componen de una delgada capa de plata o aluminio depositado sobre una plancha de vidrio, la cual protege el metal y hace al espejo más duradero.

Para la cultura oriental, los espejos están dotados de gran poder místico y son capaces de espantar a los espíritus malignos. Pueden reflejar y multiplicar la fuerza de la energía que ronda un área (el principio básico del feng shui), alejando las malas energías. Representan una ofenda al mundo espiritual.

Los espejos sirven como portales dimensionales pero también son capaces de invocar espíritus y de contener almas. Pasaron de ser oráculos a ser artefactos con poderes de invocación. Son muchos los relatos a lo largo de la historia que narran estos sucesos, tanto que el mundo de la literatura y del cine se ha encargado de plasmar todas creencias.

Lewis Carroll desarrolla magistralmente la idea del espejo como entrada a un mundo inverso en la segunda parte de las experiencias de Alicia. El espejo es también objeto frecuente de consulta: se le juzga capaz de mostrar sucesos y objetos distantes en el tiempo o el espacio. En el cuento de Blancanieves, el espejo tiene la facultad de hablar y responde a las preguntas que le formula la madrastra. J. R. R. Tolkien retoma con su célebre «espejo de Galadriel» la tradición del espejo capaz de mostrar el futuro.

Los estudiosos del ocultismo utilizan espejos para adentrarse en el mundo de los espíritus. Mirar fijamente en uno permite supuestamente obtener visiones de los guías espirituales y ayuda para conseguir una visión aúrica, es decir, la habilidad para ver el aura de los demás.