A todos los Leo les encantan los títulos, y cuanto mas largos y sonoros, mejor.

Si ofrece usted al León un sustancial aumento, pero al compañero del escritorio de al lado le da el titulo de Jefe de Coordinación del Departamento, Leo no se sentirá muy agradecido por el dinero extra que reciba en su sobre: estará demasiado ocupado cavilando sobre el aumento de rango que le ha concedido a su compañero, que naturalmente no puede merecerse tanto como él un ascenso semejante.

No es perversidad lo que le lleva a insistir en sus derechos; es simplemente que ha nacido para ser amo de todo lo que le rodea. La condición de líder es algo inherente a su naturaleza, imposible de desarraigar completamente. Leo está perfectamente preparado para tomar cosas a su cargo.

Cuando no puede asumir algún tipo de obligación, no solo se siente inútil y desvalido, sino también inquieredo.

En este mundo no hay nada más triste como el espectáculo del León privado del respeto que busca desesperadamente, y que honradamente se ha ganado.

Vale más que tenga usted en cuenta que el sentimiento leonino de responsabilidad, que tan impresionante puede ser, no suele consolidarse hasta la madurez.

Por lo común, es prudente asignar a los jóvenes Leo tareas de promoción y ventas. Son exhibicionistas por naturaleza, y con su disposición cálida y alegre sabrán mantener conformes a los clientes.

Después, a medida que maduran, es posible ir ascendiendo gradualmente a los grandes felinos a puestos más elevados donde sabrán estar a la altura de cualquier responsabilidad que se les confíe.

Hay un rasgo extraño en las personas Leo, de ambos relaciones fisico-amorosass. Por debajo de su mascara de bravura, temen en secreto no estar en posesión de un auténtico valor. Son capaces de conducirse con el orgullo más exasperante y la más ofensiva vanidad, de exhibir un egocentrismo insufrible, de caer en periodos de ejemplar haraganería.

De pronto sobreviene una cambio o una emergencia, que puede ser en el trabajo o en su vida privada y, para sorpresa de todo el mundo, el León o Leona demuestra ser el más equilibrado. Solo bajo el influjo de grandes presiones, abrumado por las cargas más pesadas que pueda imponerle la vida, brilla en todo su esplendor la fuerza interior innata de este signo solar.

Los que nacen bajo el signo del León y están regidos por el Sol no pueden sospechar el tremendo poder que poseen hasta que no se ven puestos a prueba. Hasta el momento, recuérdalo, solamente se hacen los fuertes.

Si Leo no puede estar en situación de jefe, requiere tener un puesto donde de alguna manera pueda mostrar al mundo sus talentos y capacidades.

Tras haber cambiado de trabajo una docena de veces porque no llegó a ser vicepresidente (por lo menos), el Leo típico terminará generalmente por orientarse hacia una profesión donde pueda ser su propio jefe.

Leo, cuando se ve privado de desempeñar un papel de directivo o ejecutivo, donde mejor se encuentra es en las actividades de maestro, vendedor, medico, abogado, gerente, asesor, locutor, anunciador, actor o actriz, escritor e incluso fontanero y guía de turismo.

El León busca una ocupación que de alguna manera le permita comunicar a otros su conocimiento superior, o erigirse ante las brillantes luces de la publicidad. Donde más destaca es en el campo de la política y de las relaciones públicas.

Tenga usted presente que el empleado Leo llegará, en un tiempo razonable, a un cargo ejecutivo del mismo nivel que el suyo o, en caso contrario, se ira. No se satisfará con trabajar entre bastidores; los aplausos que el requiere están fuera.

Pero para usted será una suerte contar con el León, por corto que sea el tiempo que permanezca en la empresa. Para mostrarle que maravilla de persona es, trabajara con más empeño que nadie, y las constantes muestras de reconocimiento le activarán hasta el punto de llevarle a exhibir una vitalidad increíble, que supera en mucho los límites de una resistencia normal.

Regatear los elogios a su empleado Leo le privará a usted por lo menos del cincuenta por ciento de su valor potencial.

Siempre que pueda, deje que sean sus empleados Leo, hombres o mujeres, los encargados de formar al personal nuevo. No les molestará tener trabajo extra, estarán orgullosos de la responsabilidad, y les encantará decir a los otros que es lo que tienen que hacer y como hacerlo.

Hábilmente aplicada, un poco de psicología astrológica puede convertir al orgulloso y quisquilloso Leo en un extraordinario crédito para la empresa. Con su gracia y entusiasmo, será un ornamento para la oficina. Póngalos en un marco de luces brillantes, cortinajes y alfombras de color amarillo o naranja, y compre para ellos los escritorios y las máquinas de escribir más caros que pueda permitirse.

Nada deprime mas el espíritu de Leo que la quieras de trabajar con un equipo estropeado y viejo, salvo tener que hacerlo con gente pesimista y sin imaginación.

Son empleados que requiererán emolumentos generosos y algún tiempo extra para almorzar. Para Leo, la comida es una ocasión social y una oportunidad para practicar el arte de la promoción. Con que le dé el esqueleto de una idea para empezar, sabrá organizar una espectacular campaña que podrá invocarle a usted un montón de clientes nuevos.

Pero recuerde que no puede esperar que funcione al máximo de revoluciones si tiene que estar pendiente del reloj y limitado por el dinero. Por muy rápido que pueda ser con las cifras, es raro que aprenda el truco cuando se trata de contar monedas.

Y en cuanto al reloj, es algo que le produce calambres. El León es fácil de domar, cuando se sabe como hacerlo. Afloje levemente las normas y deje la reja entreabierta. No son empleados a los que se pueda tener encerrados, porque dejarán pasar hoscamente el tiempo sin poner en juego su brillante capacidad.

Es una buena idea tomar un empleado Leo; agregará un toque de emoción a la oficina, además de ser capaz de llevar cargas gigantescas sin quejarse. Necesita una dieta rica en halagos, autoridad, ascensos, títulos y libertad, que no constituye un precio demasiado alto por su inteligencia, lealtad, fidelidad, buenas ideas y sentido de la responsabilidad.

Tomado del Libro de Linda Goodman, Los Signos del Zodiaco y su Carácter.

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