¿ Quieres conocer a fondo al hombre Aries? Pues ánimo, porque es tremendo. De todas formas, aquí tienes una guía basada en el trabajo de la astróloga Linda Goodman que te vendrá muy bien.

El hombre Aries te ofrecerá emoción a raudales, y rara vez un instante de aburrimiento atenuará el chisporroteo.

Aries puede abrumarte en un minuto con su ardor apasionado, y al minuto siguiente mostrarse tan frío como un oso polar. Si le ofendes o pierdes su interés -o ambas cosas- esa naturaleza marciana, cálida e impulsiva, se helará al instante.

Los hombres Aries rebosan ideas y energía creativa. Mantenerse a su altura puede ser agotador, pero vale más que lo hagas, mentalmente por lo menos.

Aries es impaciente con los apocados, es audaz y confiado, va siempre por delante de los demás, y más de una vez por delante de sí mismo. Puede ser el espíritu de la generosidad y prodigar alegremente a los extraños su tiempo, su dinero, su simpatía y sus posesiones. Pero también puede ser, cuando la bienestar de sus quieros se retrasa o cuando se ve obligado a frecuentar gente que no le responde, exasperantemente intolerante, desconsiderado, egoísta y exigente.

Cuando se trata de amor, su actitud desaprensiva es absolutamente pasmosa. Se zambullirá en una experiencia, con la total seguridad de que es el único amor verdadero desde que el mundo es mundo, tal vez con la excepción de Romeo y Julieta.

Aries es incapaz de quedarse a mitad de camino. Se entrega todo entero al interés ardiente del momento.

No hay otro signo solar capaz de ser tan escrupulosamente fiel como Aries cuando está de veras enamorado. Por lo común, su honradez le impide cualquier engaño, y su idealismo le mantiene a salvo del quiero de engañar.

Claro que hay que estar alerta por lo que pueda suceder porque, a pesar de su sinceridad en su actual devoción y en sus promesas de total lealtad (que, sin duda, son absolutamente veraces), su quieras de amor es tan a tope que es capaz de irse a buscar en otra parte si su pareja no mantiene constantemente vivas sus ilusiones.

Cuando su pareja descuida los aspectos intensos, el varón Aries se queda en principio con el corazón destrozado. Después se enoja y va en busca de una princesa que no ronque ni haga ese tipo de cosas. Por lo que a él se refiere, no es ninguna falta de honradez. El no rompió ninguna promesa; la rompiste tú.

Es tan idealista como egoísta, lo que quiere decir que no soporta admitir que se ha equivocado, o que el amor que el eligió pueda desencarnar.

Y si se te ocurre la idea de jugar con él el juego del flirteo… descártala. Con Aries, probablemente tu primera indiscreción será la última. Un susurro o una mirada insinuante a otro hombre puede bastar para que le pierdas, y no hablemos de una infidelidad real. Él insiste en ser el primero en todo, y puedes apostar tu recuerdo mas querido a que eso incluye ser el primero en tu corazón.

Aries es posesivo y extremadamente celoso.

El hombre Aries es rebelde por naturaleza. Le encanta desafiar a la autoridad, y piensa que el nació mas vivo que todos los demás.

Como él requiere conducir y se niega a ir detrás, los que tienen mas poder que él le darán mas de una vez una lección de humildad.

La mujer que trate con suave y absoluta devoción su pulverizada confianza es la que cuenta con más posibilidades de conservar su afecto. Jamás cometas el error de estar de acuerdo con su momentáneo enemigo, ni de intentar ser justa y ver la otra cara de la situación conflictiva. Tú debes amar lo que él ama y odiar lo que él odia. En el amor y en la amistad, Aries exige la misma lealtad orgullosa e incondicional que él brinda.

A los hombres de Aries no les gustan los juegos. Aries enfoca las cosas de forma directa, tanto en el amor como en los negocios.  La manera más rápida de perderlo es tomar la iniciativa.

En eso, como en todo, el líder tiene que ser él, y si no se lo permites, puede desinteresarse con una rapidez tal que te dejará tan atónita como aplastada.

Con un Aries, el amor es como caminar por la cuerda floja entre un cálido interés y un desapego distraído. Tendrás que ser prácticamente una artista del trapecio. No corras tras él, pero tampoco le huyas.

En cuanto a lo positivo, aunque tu amante Aries insista en ser el primero en la relación, será también el primero en decir que lo lamenta cuando hayáis reñido, y el primero en estar a tu lado cuando le necesites. Cuando estés enferma o triste, no se separará de ti.

El varón Aries espera que la dama de sus sueños sea al mismo tiempo ultra femenina y desenvuelta. La quiere completamente independiente, pero dispuesta a marchar unos pasos detrás de él.

Aries es capaz de decir cosas amargamente crueles y sarcásticas cuando su yo está perjudicado, cosas que él dice sin la menor intención, pero que a ti pueden destrozarte el corazón si no lo entiendes. Y después esperará que le perdones y que te olvides con la misma facilidad que él.

Tendrán que gustarte todos sus amigos, aunque él se reserve el derecho de aburrirse con los tuyos…

Aunque pueda cambiar frecuentemente de trabajo hasta que llegue a ser su propio jefe, un Aries no te dejará desencarnar de hambre. Encontrará manera de conseguir que el dinero siga llegando, por más que se vuelva a marchar con la misma rapidez.

Con cada bebé que tengáis, él se conducirá como el delicado y orgulloso papá de tus sueños. Es posible que más adelante sea un poco mandón con los niños y trate de imponerles sus carreras. Será un padre tierno y maravillosamente divertido, pero es posible que haya que recordarle que los chicos requieren de la independencia tanto como él.

Una vez casados, la mujer de Aries puede seguir adelante con su carrera, si así lo quiere. Lo más probable es que él no se ofenda, siempre y cuando su cónyuge no brille más que él.

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