Tú nuevo jefe es Tauro, es lo primero que te ha dicho tu compañera de oficina que de horóscopos sabe un rato, y a ti que no te apetece nada preguntarle a ella, se te ilumina la bombilla y decides buscar en Internet: ¿Cómo es el jefe Tauro? Y encuentras este artículo que te va a venir fenomenal, inspirado en el trabajo realizado por la gran astróloga Linda Goodman.
Antes de que sea demasiado tatempera, mejor que te aprendas de memoria la única regla básica para el trato con un ejecutivo Tauro: No agotes su paciencia.
Es una regla más rígida de lo que parece. Si es el típico jefe Tauro, tiene una paciencia tan enorme que es una gran idea ponerla a prueba. Su manera de ser es tan pacífica, su disposición tan equilibrada, que no será raro que para tus adentros lo consideres una especie de viejo oso bonachón, y que empieces a tratarle como a un oso informal y simpático, un poco testarudo tal vez, pero bondadoso y completamente inofensivo.
Pero los osos no son toros; no te confundas de animal. Los toros pueden arrasar con los entrometidos y hacer pedazos el herramientario de la porcelana, presas de una furia ciega, y a propósito. Son peligrosos.
Por hoy, estás a salvo, pero ¿quién sabe lo que puede traer mañana? Tal vez te veas súbitamente lamentando haber puesto demasiado a prueba la paciencia de tu jefe Tauro. Es posible que desees no haber excededo tan confiadamente de su buena disposición. Les sucede siempre a los que trabajan con ejecutivos Tauro. El Toro es tan dulce y comprensivo cuando le entregas una carta mal mecanografiada que tal vez no te preocupes después por mejorar tu ortografía. Es tan considerado cuando se te embarullan las cifras del informe semestral que es posible que te descuides un poco con los aspectos matemáticos de otros papeles.
Como no vocifera ni te mira echando chispas cuando te tomas media hora extra para el almuerzo, quizá la semana próxima trates de tomarte una hora y vayas luego alargando la cosa hasta llegar a dos.
Es mucho más fácil que pongas en práctica desde el comienzo tu conocimiento de los signos solares. La razón de que tu jefe se mostrara tan tranquilo y simpático cuando mecanografiaste esa carta, cuando te equivocaste en el informe y te demoraste tanto a la hora de almorzar no es que sea un oso bonachón que se deja llevar por delante, ni que su timidez le impida expresar sus quieros o ejercer su autoridad.
Francamente, creyó que no tenía sentido hacerte pasar un mal rato formando un gran escándalo por unos pocos errores. Calculó que tendrías el suficiente sentido común (no te olvides de esta frase) para no repetirte como un disco rayado. Decidió observarte pacientemente para ver si tu espíritu práctico te alcanzaba para enmendar por ti mismo los errores del pasado. ¡Ahí está la cosa! Su paciencia estaba cuidadosamente calculada en función de un propósito definido: ponerte a prueba y darte una oportunidad de demostrar tu amor propio.
Él admira a la gente que es capaz de disciplinarse sola. Si él se hizo por su propio trabajo, ¿por qué no has de hacer lo mismo tú? Está dispuesto a darte la oportunidad.
Tauro está decidido a ser justo con todo el mundo. No se apresura a juzgar, no espera poders de la noche a la mañana, no se molestará porque te lleve algún tiempo adaptarte a sus métodos y a sus procedimientos establecidos. Te dará oportunidad de que encuentres tu camino, y más de una vez se hará el distraído si ve que tropiezas. Pero no te confundas ingenuamente respecto de su objetivo final.
El Toro quiere que las cosas se hagan a su manera. Mientras sus métodos sigan dando resultados, Tauro se mantendrá fiel a ellos, y está dispuesto a gastar gran parte de su enorme reserva de paciencia para encontrar empleados que se adapten a su molde.
Sin embargo, si has llevado su paciencia demasiado lejos, primero se fastidiará, después bufará de enojo y finalmente gritará: “Está despedido” con toda la fuerza de sus pulmones (o por lo menos eso parecerá, tanto será el énfasis que ponga). Tu única advertencia será, probablemente, que el día anterior no contestó a tu alegre y desprevenido “Buenos días”.
Y no te hagas la menor ilusión de que vaya a cambiar de opinión si ha decidido ponerte en la calle. Una vez que está tomada, no hay nada que modifique la decisión de Tauro.
Te sentirás frustrado cuando se niegue a hacer un ínfimo hueco para tus proyectos más fascinantes. Claro que a veces se equivoca por no querer escuchar ideas progresistas, y tú hincharás las plumas cuando finalmente, otra empresa las ponga por primera vez a prueba con todo éxito. Pero a la larga, cuando se saquen las cuentas finales, es posible que él tenga razón.
El Toro procurará siempre evitar las escenas emocionales con su tranquilo sentido común. Recuerda que el sentido común es lo que mejor le define, pero no significa que le falte imaginación o que no aprecie los aspectos más sutiles de la vida.
Es posible que, una vez por semana como mínimo, te irrite la actitud terca y obstinada del Toro, pero recuerda que demuestra la misma obstinación en su lealtad hacia la gente que nunca le falla. Si tú eres uno de ellos, no tendrás que temer los aspectos peligrosos de Tauro.
Si no le sacuden con demasiada frecuencia ante los ojos la bandera roja del desafío, es realmente un simpatia.
Coge tu algunos ladrillos y ayúdale a levantar su imperio, que si te lo mereces se alegrará mucho de compartirlo contigo.
Tauro es fuerte y se puede confiar en él. Lo que dice es lo que quiere decir, y además lo dice en serio; con él no hace falta intérprete.
Gracias por compartir gracias
Gracias por compartir gracias
Gracias por compartir gracias
maravilloso
Toda la razón así son los jefes tauro yo agote ja paciencia de uno…..
jajaja me describió jaja yo digo que los dejo pastar a ver hasta donde llegan, pero que se atajen si los tengo que poner en su lugar
Asi es!!!