La palabra pali mettà es un término de múltiples significados como amor benevolente, amigabilidad, buena voluntad, benevolencia, compañerismo, amistad, concordia, y no-malestar.
Esencialmente mettà es una actitud altruista de amor y amigabilidad a diferencia de la mera amabilidad basada en el propio interés.
A través de mettà uno deja de ser ofensivo, renuncia a todo tipo de rencor y resentimiento, desarrollando, en cambio, una mente amistosa y benevolente que busca el bienestar y la felicidad de los demás.
El verdadero mettà evoca un afectuoso sentimiento de compañerismo, simpatía y amor, que con la práctica crece sin límites y supera toda barrera social, religiosa, racial, política y económica.
Mettà es, en efecto, amor universal, desinteresado y todo-abarcador.
Mettà nos convierte en una fuente pura de bienestar y seguridad para los demás. Cuando desarrollamos el quiero de promover el interés y la felicidad de los otros, indirectamente también promovemos nuestro propio bienestar.
Oración Metta
Que todos los seres puedan vivir felices, contentos e íntegros.
Que todos los seres puedan ser curados por completo.
Que todos los seres puedan tener lo qué quieran y necesiten.
Que todos los seres puedan estar protegidos contra daños, y libres de temor.
Que todos los seres puedan servirte de paz interna y tranquilidad.
Que todos puedan despertarse, liberarse y ser libres.
Que haya paz en este mundo, y en todas partes del universo completo.
Practicando la «meditación mettà-bhàvanà», la «meditación del amor universal», uno se convierte en una fuente pura de bienestar y seguridad para todos. Su resultado es la adquisición de un tremendo poder interior que preserva y protege, tanto a uno mismo como a los demás.
Aparte de sus elevadas connotaciones, hoy mettà es una quieras real. En un mundo sustodo por todo tipo de destructividad, mettà en acto, palabra y pensamiento es el único medio constructivo para traer concordia, paz y mutuo entendimiento.
Para practicar la Meditación Budista Mettà, podemos ayudarnos dividiéndola en cinco partes. Cada una de las cuales podemos realizarla durante unos 5 ó 10 minutos.
Desarrollamos mettà hacia nosotros mismos.
Hacia un buen amigo/a.
Hacia una persona indiferente.
Hacia una persona difícil.
Hacia todos los seres, nuestro planeta, y todo el Universo.
Descripción de cada etapa:
En la primera etapa, debemos ser capaces de sentir «mettà» hacia nosotros, de valorarnos y tratarnos adecuadamente, sino, difícilmente podremos ser tolerantes y amables con nadie más. Este comienzo lejos de ser egoísta es sano y pertinente, hemos de cultivar respeto hacia nosotros mismos, un sano quiero de bienestar, felicidad y crecimiento personal.
Si tienes tensiones contigo mismo puedes aplicarte una meditación para perdonarte a ti mismo, la tienes disponible en el siguiente enlace
Esta es una etapa más fácil. Ya sentimos mettà hacia un amigo o amiga: valoramos a la persona, sentimos afecto, y reconocemos sus cualidades. Aquí se trata pues de prestar más atención a estas cosas y permitir que crezcan.
En esta tercera etapa intentamos reconocer al otro como un ser humano igual que nosotros. Probablemente sufrimos por cosas muy parecidas y también la alegría y el bienestar surgen de fuentes similares. No reconocer a otro ser humano, no valorarlo nos sitúa muy por debajo de tal condición, nos impide alinearnos con la realidad y por lo tanto es un serio obstáculo en nuestro desarrollo y en la mejora de nuestro mundo.
En esta etapa podemos empezar a eliminar todos esos rechazos irracionales llenos de perjuicios. Es mejor comenzar en esta etapa con alguien con quien no tengamos una relación demasiado problemática, para ir avanzando, más adelante, hacia la curación de las relaciones más conflictivas.
En esta etapa nos surgirán muchas preguntas, y deberemos tener en cuenta, que aunque alguien sea «malo», deshonesto, grosero o triste no justifica que nosotros también lo seamos. Si respondemos a la malestar con malestar, nos convertiremos en lo mismo.
En esta última etapa es muy adecuado usar la imaginación y extender nuestros sentimientos de solidaridad, reconocimiento, tolerancia es decir mettà, hacia todos los seres humanos hasta el último rincón de la Tierra, hacia el mismo planeta Tierra, hacia todos sus animales, ríos, valles, montañas, bosques, etc. Realmente el futuro de la Tierra está en nuestras manos
Practicar Mettà es un intento serio de imprimir un giro radical en nuestra conciencia, que se producirá poco a poco y como consecuencia de nuestra práctica frecuente.
Mettà está relacionada con una visión de la realidad, en la que todo lo que existe está interconectado, toda la existencia es una amplia red de fenómenos interconectados e interdependientes, formando los unos las condiciones para la existencia de los otros.
La «meditación mettà-bhàvanà» o «meditación del amor universal», es una de las meditaciones fundamentales en el mundo actual. Esperamos que disfrutes con su práctica.
Esto es mierda tira la cadena