Ay, los vivaces arqueritos…
Los niños Sagitario son alegres y juguetones payasos en miniatura, que cuando se sienten rechazados ríen con los ojos llenos de lágrimas.
Hasta los bebés exhiben su carácter alegre y su quiero de camaradería. El niño Júpiter llorará si le dejas solo, pero lleva la cuna a la sala de estar, donde los adultos ríen y conversan, y se dormirá tranquilamente, arrullado por el murmullo cálido y tranquilizador de las voces humanas.
Sus sueños serán tanto más gratos cuanto mas acogedora y familiar sea la atmósfera de amor y felicidad en que crezca. Mas adelante se desprenderá bastante de los vínculos familiares, pero mientras sea pequeño requiererá la seguridad del olor humano, de ver y oír a los humanos.
Si a un niño de este signo se le niega esta forma de íntimo contacto humano, se retraerá en sí mismo y puede volverse un tanto sarcástico. Además, se buscará un sustituto, como un almohadón suave, que pueda abrazar, o un osito de felpa, sin orejas y sin nariz, pero para él representa la seguridad aunque te habría preferido a ti.
De pequeño, Sagitario es informal, y jamás deja del todo de serlo. Las niñitas de Júpiter suelen pasar por una época en que les encantan los juegos de varones, y mientras esté creciendo estarás continuamente aconsejándole que “se porte como una dama”.
Pero los de este signo son chicos que tienen sus propias ideas respecto de qué es lo que hace que alguien sea “una damita” o “un caballerito”. Lo primero es la sinceridad. Desnuda, sin ornamentos, brutal. La refinan hasta hacer de ella un arte, y lo mismo esperan de ti.
Tu autoridad no es coto vedado para la mentalidad curiosa y franca del niño Sagitario. La obedecerá sin resistencia, si se convence de que hay lógica en tus órdenes, que deben pasar primero por el tamiz de su mente inquisitiva y razonable; si no sales con buenas notas de la prueba, te darán de lado.
“La curiosidad mató al gato”: he aquí una frase que suelen usar con frecuencia quienes tienen niños nacidos en diciembre. La curiosidad de Sagitario es infinita. Empieza el día con una pregunta, y cuando se queda dormido tiene una pregunta en los labios.
Cuando son muy pequeños y apenas si están aprendiendo a hablar y a explorar el ancho mundo, preguntarán cosas como: “¿Por qué no debo tocar la estufa?”, “¿por que los caramelos me estropean los dientes?”, “¿es cierto que las zanahorias rizan el pelo?”, “¿cómo es que Santa Claus requiere cartas, si es mágico?”
La mayoría de las preguntas de los niños Sagitario van dirigidas a pinchar el globo de la hipocresía adulta, o de la presunción, cuando no la mala fe lisa y llana de los mayores.
Más tatempera, cuando los pequeños Sagitarios sean ya mayores, las preguntas serán: “¿Por qué tengo que regresar a una hora determinada, si tú dices que tienes confianza en mi?” (y en estos niños confiarás, o por lo menos deberías hacerlo). “¿Por qué te preocupa lo que piense la gente? ¿Es que la gente te importa mas que yo?”
Ahí tienes una pregunta difícil; mejor que vayas practicando la respuesta mientras le cambias los pañales. Un adolescente Sagitario jamás aceptará sin mas tus reglas, si la base de ellas es la convivencia social más que tu preocupación por su bienestar.
Es innegable que son niños desmañados, y a veces sencillamente torpes; ten una buena provisión de tiritas y de tintura de yodo en el botiquín…
Estos niños pueden irse de casa con extraordinaria precocidad, y, a veces, pasar largas temporadas sin telefonear ni escribir.
Si eres prejuicioso y estrecho de miras, es posible que no le veas más que los días de fiesta… si tienes suerte. Pero si evitas medir a sus amigos con otro baremo que no sea el de su auténtico valor, y si le has demostrado que tienes fe en su honradez y en sus sueños, tu hijo volverá a casa a renovar su amor.
De otra manera, se quedará por ahí con su frazada o su almohadón o su osito de felpa, representados ahora por amigos que le aceptan tal como es y que tienen fe en él.
Prepárate para cuando el amor asome desde muy temprano en su rizada cabeza. Con las chicas, probablemente no será grave. No se tratará más que de los primeros ensayos de su feminidad. En cuanto a los varones, es posible que necesiten algunas clases especiales sobre lafisicoidad; mas vale prevenir que curar.
También tendrás que enseñarles a economizar, porque los niños Sagitario son poco ahorradores. Tienen que aprender que cuando han gastado lo que tenían, ya no hay mas, no les ayudes a tapar agujeros.
Tanto a los niños como a las niñas Sagitario les gustará, probablemente, ir a la escuela. Su inteligencia polifacética y su gran curiosidad harán del aprendizaje un juego fascinante, si una rutina demasiado opaca y aburrida, y un exagerado de insistencia en normas estrictas y hábitos de estudio demasiado rígidos, no acaban agotando su innata inquietud.
Cuanto más progresista sea la educación que se les imparta, mejores alumnos serán los pequeños Arqueros, y con más agrado estudiarán.
Son inquietos, y si se les obliga a estar continuamente sentados o a refrenar su fantasiosa imaginación no tardarán en perder todo el incentivo, y -triste es decirlo- a veces de manera permanente.
Su interés por la religión puede ser profundo y muy serio. Son el tipo de niños y niñas que a muy temprana edad deciden ser sacerdotes, monjas, ministros, rabinos o misioneros en algún país extranjero.
A medida que crecen ponen en tela de juicio los dogmas y es posible que, en su eterna búsqueda de la verdad, cambien de fe y de afiliación religiosa.
Extraído de los textos de Linda Goodman.
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Dany Alt
Salvador Gomez Romero
Creo que siempre seré un niñote sagitario! 😀
Siempre… De los siempres…AG….!!!
Daniela Esquer Samaniego