El ciclo inagotable de la vida, se transforma de forma constante. Esa misma transformación subyace en todos los aspectos que contiene. Desde el psicológico y emocional, al material y metafísico. Pocas personas saben el significado de lo que es el final de un ciclo. Nada permanece igual. Hoy no es igual que ayer, y mañana también será distinto.

Cada momento comporta un cambio implícito, y un renacer de algo nuevo.
El ritmo acelerado de nuestra vida actual, comporta desencarnar y renacer a cada instante. Es un trabajo constante de dejar ir y de recibir lo nuevo. Como sólo nos educan en términos racionales, pero no espirituales a menudo nos resulta difícil y doloroso.Pero en los tiempos que corren, lo que ayer era válido, hoy deja de serlo. Nada se sostiene demasiado tiempo. Nada excepto nuestra verdadera esencia.

Los científicos nos dicen que nuestro cuerpo está formado de materia, pero ¿Qué es la materia? La propia ciencia ha analizado la materia y encuentra que está formada de energía o sustancia y que cada cosa que podemos observar, tocar, oler o probar, es simplemente algún aspecto de esa energía o sustancia en forma.

Nuestro cuerpo al dejar este plano, nuestra alma y espíritu que le daba vida , trasciende lo humano (La materia) y se eleva a un plano superior. El cuerpo que fue formado de sustancia, solo se transforma en otra forma y regresa a la tierra de donde fue conformado. Así que a lo que comúnmente flamamos «final», realmente no existe , sino simplemente es una creencia nuestra, del ser humano que le ha dado poder al creer firmemente en ella.

Por lo antes expuesto debemos mantener nuestras creencias en lo positivo, en los pensamientos constructivos, ya que de estos dependerá la clase de vida que realmente quieremos vivir y no vivir, la clase de vida que otros quieren que vivamos, ya que esto equivale a darles el poder para que escojan la clase de vida que según ellos conviene vivir, hasta el colmo de manipularnos de como desencarnar.

Por consecuencia , mantendremos nuestro cuerpo siempre joven , fuerte y bienestarable hasta que hayamos cumplido nuestro cometido o la razón por la cual estamos ahora en este plano físico-material, pero siempre gozando de una bienestar perfecta y permanente, llenos de entusiasmo y fe por la vida.

Mario V.