El pentagrama es uno de los símbolos más antiguos que existen. Algunos expertos dicen que proviene del antiguo Egipto, donde representaba al dios Horus. Sin embargo, hay quien dice que lo seguidores de Pitágoras lo utilizaban para identificarse. El pentagrama es una estrella de cinco puntas que representa al ser humano, la punta superior es la cabeza y las cuatro inferiores el cuerpo. La punta superior del pentagrama representa el elemento del espíritu, representa lo etéreo, lo eterno. Representa nuestras almas; representa nuestro yo esotérico. Simboliza el amor espiritual. Todas las puntas restantes del pentagrama se relacionan con la experiencia humana, nuestras vidas como criaturas mortales.

La punta izquierda superior del pentagrama representa la tierra. Simboliza la seguridad, el crecimiento, los alimentos, todas las cosas que la madre tierra proporciona para nosotros. Esa madre tierra, con los elementos que nos ofrecen la capacidad de explorar el espíritu.

La punta de la derecha superior del pentagrama representa al Aire. El Aire es el elemento de la mente.
Representa el pensamiento, inteligencia y el análisis del razonamiento.

La punta izquierda inferior en el pentagrama representa el fuego. El fuego representa la fuerza, y su íntima y particular actividad con la razón. El fuego es símbolo de la fuerza, del ímpetu. El fuego reemplaza al intelecto.

La punta derecha inferior, es el elemento agua. El agua es el elemento de la emoción, lo que valida nuestra existencia como seres sensibles, nos limpia, nos reconforta y además nos permite que tengamos sensaciones, pero sensaciones limpias, no las temerarias, injustificables como las que nos proporciona las sensaciones del fuego. El agua es la emoción que viene junto con el entendimiento y después de que todo se haya descubierto, cuando ya tenemos claros los conceptos y el por qué de las cosas. El agua es el elemento que calma el fuego. El agua combina la emoción con la razón. Con un Pentagrama podemos conseguir tener equilibrio, serenidad y que todas sus puntas unidas nos proporcione energía suficiente para afrontar nuestra vida.

Cuando el pentagrama está inscrito en un circulo, se convierte en un pentáculo. El circulo del pentáculo representa
la totalidad de la sabiduría, la protección, la cura, es la sabiduría infinita y el poder de la Diosa: la Tierra, la Luna, el Cosmos. El trazo circular no tiene ni principio ni fin; siempre es un ciclo que termina y empieza otra vez. Nos recuerda también que todo es un ciclo, que no experimentaremos alegría sin dolor, pero el dolor nos llevará otra vez a la alegría.

Los cinco triángulos entrelazados representan la fuerza de los cinco sentidos del ser humano (vista, oído, tacto, olfato y agrado) y el sexto sentido que está representado por el centro de la estrella. La forma humana sugerida en el eterno círculo es la presencia de nuestras fuerzas que se unen a las fuerzas de la Diosa, transformándose en la fuerza del Universo.