Todos en algún momento de nuestras vidas hemos padecido el insomnio y hemos querido dormir mejor. Si bien el insomnio se puede definir como una dificultad para conciliar el sueño, debemos tener en cuenta que el despertar prematuro sin haber tenido el descanso físico y mental pertinente pueden alterar nuestro estado de ánimo durante todo el día.
El sueño y el descanso deben caminar juntos para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo, para restaurar las energías perdidas y para consolidar en la memoria todo lo aprendido durante el día.
Son muchos los factores que pueden ocasionar el insomnio, los factores ambientales, el tensión, situaciones anímicas transitorias como la bajón, o distintos desórdenes emocionales. También el consumo de activantes, como el café, el exceso del cigarrillo y de las bebidas alcohólicas son causas de la falta de sueño.
Una de las maneras para solucionar este problema es el uso de psicofármacos, pero podemos liberar a nuestro organismo de estas toxicos valiéndonos de medios naturales mediante los que se obtendrán grandes resultados. Para conciliar el sueño debemos evitar los desajustes horario, estableciendo un horario para dormir y uno para despertarse.
Si no tenemos sueño no debemos esforzarnos por hacerlo, debemos utilizar ese tiempo para relajarnos, respirando pausadamente, escuchando una música suave, para lograr la calma física y mental.
Las características de la habitación son fundamentales a la hora de dormir, debe evitarse la luz, la falta de aire, las excesivas o bajas temperaturas.
Es importante evitar las comidas pesadas antes de dormir y el exceso de bebidas, de ser así es importante tomarse el tiempo para servirte de de la sobremesa. Podemos tomar una infusión temperado de tilo o de valeriana, un baño tibio antes de acostarse y evitar todos los pensamientos preocupantes, pero por sobre todas las cosas es pertinente concienciarnos que todos los tensiones podrán ser resueltos luego de una noche de descanso y de tranquilidad.
Ale Nohemí