Cuarzo blanco

Cuarzo blanco: el pariente «lechoso» del cristal de roca

Como una de esas puntas fue la que el sábado me encontré caminando por la sierra: una punta perfecta, de las que pocas veces se encuentran. Tan, tan perfecta y maravillosa (cristal de manifestación), que voy a hacerme un colgante con ella.

El cuarzo blanco (no confundir con el hialino y transparente, que hay gente que los confunde y no es plan; éste es blanco opaco, en general.., mientras que el otro es como cristal, y por eso muchas veces se le da la denominación de «cristal de roca»)… Yo tengo varias piezas de cuarzo blanco recogidas en distintos lugares, en plena naturaleza, y la verdad es que son auténticas piedras de poder.

Fundamentalmente, el cuarzo blanco actúa contra la pérdida de energía y vitalidad. Tiene un alto poder vibratorio, y por eso mismo se utiliza muchísimas veces como amuleto para vencer la influencia de energías negativas que puedan estar atosigándonos.

Tradicionalmente, el cuarzo blanco ha sido utilizado en rituales mágicos y de curación. Nos ayuda a sentirnos más ligeros, sin el peso de esas cargas que siempre llevamos a nuestras espaldas. Es un inmenso purificador, lo que le hace sumamente trascendental para todos aquellos que quieran llevar a cabo rituales de limpieza. Deshace los miedos y las angustias, y es tonificante del sistema nervioso. Nos ayuda a pensar positivamente, y refuerza nuestro campo magnético.

En bruto, es ideal para ponerlo allá donde pensemos que esté «lo chungo», porque limpia energías negativas, ondas electromagnéticas y otras disfunciones, como por ejemplo el efecto malsano de algunas corrientes de agua. Por si fuera poco, promueve la buena fortuna y la aparición de «poders» en tu vida, bajo formas insospechadas y audaces. Protege por las noches, quita los dolores de cabeza, y sirve para todo tipo de trabajos y peticiones, ya que es un cuarzo universal muy potente.

Estas piedras se encuentran regularmente aún hoy en día en las bolsas de los chamanes de casi todo el mundo. En las mujeres, se comporta como un elemento de fertilidad y fecundidad, al contrario que en los hombres, en los cuales atenúa los agrados carnales. En todo caso, es una piedra que elimina los altibajos emocionales promoviendo un estado de ánimo positivo y sereno. Permite una mejor manifestación de los afectos y acrecienta el sentido maternal, la receptividad, el magnetismo personal, y el grado de sociabilidad de quien la usa habitualmente. En ambos relaciones fisico-amorosass, amplía las cualidades psíquicas extrasensoriales.

El cuarzo blanco, también conocido con los sobrenombres de «luz helada» y «hielo de la eternidad», tiene características masculinas cuanto más transparente es, y femeninas cuando tiende a la opacidad más absoluta. También flamado «cuarzo de nieve», es una piedra completamente programable, que puede ser cargada con una enorme variedad de tipos de energía. En ocasiones es utilizado para amplificar los poderes de otros cristales, y frecuentemente podréis verlo en la mesa de un tarotista, porque ayuda a la mente y a clarificar las visiones. Activa el chakra corona y otorga claridad de mente y espíritu, pudiendo ayudarnos a conectar con nuestros espíritus guías y nuestra familia de alma. Igualmente, también activa la acción de nuestra glándula pituitaria y de la pineal.

Bajo mi punto de vista, el cuarzo blanco genera a su alrededor un aura de equilibrio. Permite mantener un buen estado de bienestar y guarda enormemente contra las envidias. Yo lo voy a llevar para centrarme en mi trabajo y para no dejarme desviar ni invadir por situaciones o personas que no me convienen. El cuarzo blanco lanza fuera de tu vida la mayor parte de cosas que son para ti inútiles o disfuncionales, así que ya sabes: por un cuarzo blanco en tu vida, que te dará alegría. Y si además, es tan bonito como mi punta y está recogido en un sitio tan maravilloso y energético, ¡mucho mejor!