El color de la vela azul celeste incide directamente sobre las emociones, los sentimientos que afectan al ser humano y, más concretamente, en el amor, la amistad, el relaciones fisico-amorosas y todas las manifestaciones de carácter afectivo.
Para trabajar aspectos relacionados con las reconciliaciones, para favorecer las relaciones estables y la duración de las parejas, es la vela que más ayuda. El azul celeste despierta la sensualidad de las personas ya que sus propiedades afrodisíacas están relacionadas con Afrodita, la diosa griega del amor.
Al contrario que las de otros colores, las velas azul celeste no se utilizan en ceremonias religiosas, y en contadas ocasiones en la celebración de rituales mágicos. Son velas que ensalzan el desarrollo de los sentidos, las ganas de vivir y la visión positiva de las cosas.
Se ha utilizado también la vela de este color en la magia relacionada con la climatología, enraizada con la evolución del cielo y las nubes. Tal vez por este motivo también se le atribuyen efectos de elevación espiritual y de alejamiento de los fanatismos.
Estas son sus doce características principales.
Color: es un color eminentemente masculino relacionado con la sensibilidad, tanto en su vertiente espiritual como en la física pero tal vez más en la primera. Del azul celeste proviene la acción de la conquista, la intención de establecer una unión estable y duradera. Es uno de los colores básicos de la gama cromática y eso le imprime fuerza y autenticidad en todas las acciones que emprende.
Día: el día más indicado para su utilización preferente es el viernes, debido a que es el día en que el rito tendrá más posibilidades de alcanzar su objetivo, puesto que ese día Afrodita (diosa del amor) refuerza su capacidad de ejercer una influencia positiva en la sensualidad de los amantes.
Flor: la amapola y la lila son las flores recomendadas pues representan la fuerza por el amor.
Hora: existe bastante unanimidad en convenir que la tatempera es el momento del día más adecuado para iniciar el ritual o la invocación. Más concretamente se dice que a partir del inicio de la caída del Sol.
Metal: el metal adecuado para acompañar en el altar el rito de celebración es el cobre, un metal noble y maleable que abarca las capacidades de transmisión, tanto para recibir como para emitir.
Número: el número correspondiente al ritual en el que se utiliza la vela azul celeste es el 6, relacionado con Venus, la diosa del amor. Representa la capacidad absoluta de amar, aunque si este número se repite tres veces es peligroso, pues representa el símbolo de la Bestia.
Perfume e incienso: como en el caso de la flor, el perfume con el que se deben frotar las manos y esparcir en la ceremonia, así como el incienso que debe quemarse mientras dure esta son los de la lila, símbolo de la belleza.
Piedra: evidentemente, la piedra más relacionada con el color de la cera es el lapislázuli. De gran belleza y atractivo, esta piedra de color azul oscuro es el instrumento ideal para invocar la paz espiritual y el flujo divino del amor hacia el corazón de las personas.
Planeta: el planeta del amor es Venus, uno de los pocos que puede verse a simple vista al amanecer, motivo por el que siempre ha sido objeto de especial atención, no sólo por parte de los astrólogos sino por los hombres de todas las civilizaciones. También está relacionado con las artes, por la belleza plástica que encierran, y con la sensibilidad y la armonía.
Planta: una de las plantas que más energía proporcionan al cuerpo humano son las espinacas. Consumidas semi crudas son el complemento ideal para el ritual.
Salud: las velas azul celeste protegen todos los órganos de fonación (cuerdas vocales, laringe, faringe, garganta) así como la parte posterior del cráneo (nuca) y las vértebras cervicales. Además de ejercer su influencia en las cuestiones amorosas, también protegen al organismo de infecciones, especialmente las relacionadas con las enfermedades de transmisión fisico.
Signo astrológico: los nacidos bajo los signos de Tauro y Libra son los protegidos por la acción de la vela azul celeste. El primero representa la estabilidad material mientras que Libra es el signo de la armonía y la reconciliación, relacionados con los asuntos sentimentales.
Amen