¿QUÉ ES LA SANACIÓN ?
La humanidad padece de varios males y la curación consiste justamente en curar esos males que padece la humanidad, pero:
¿Cuáles son los males que afligen a la humanidad?
Y si se responde a esa pregunta, entonces también respondemos a la pregunta y enigma:
¿Qué es la humanidad?
Porque dependiendo de lo que ustedes son, los males son equivalentes. Y así por ejemplo, si fueran únicamente constituidos de electricidad, la única enfermedad que podría afectarlos sería la de tener un cortocircuito. En cambio, si fueran formados de tierra, la única enfermedad que podrían tener sería la de padecer una inundación o una sequía. Y si fueran una nube, la única enfermedad que podrían endurar sería que desaparecieran y nunca más volvieran a reaparecer.
Por lo tanto, al mismo tiempo que tratan de proporcionar ayuda en el cuerpo, en la mente o en el alma de las personas (y sin importar cual sea su motivación) no se alejen jamás de la piedra primordial que es el conocimiento de sí mismo, el conocimiento del otro y el conocimiento de su situación exacta.
¿Por qué no podemos separar el conocimiento del acto de curación?
Porque si separamos la curación del conocimiento del otro, o sea de lo que él es en su naturaleza oculta, de la condición en la que se encuentran sus diferentes cuerpos que lo constituyen (o sea su cuerpo físico, pero también su cuerpo astral, su cuerpo energético, etc.), de lo que es su evolución cósmica y donde se encuentra actualmente en esa evolución.
Y puesto que vive en el planeta Tierra, también saber lo que es la Tierra y en qué nivel de evolución se encuentra la Tierra.
Si se disocia todo ese conocimiento del acto de curación, entonces el acto de curación ya no es verdaderamente un acto de curación, sino que se vuelve un acto de ignorancia que intenta, con cierta exaltación emocional, de llevarle ayuda a otra persona que está aún más cegada por la ignorancia.
Pero el único que pueda llevar a un ciego (como se ha dicho) fuera de las tinieblas, no es otro ser bien intencionado, pero que está igual de ciego, sino aquel que tiene una antorcha, o una linterna, o que es la Luz misma.
Sin importar cuál sea la obra que quieran llevar a cabo para ayudar a la humanidad, tienen siempre que hacer esa obra en conexión con la Jerarquía Blanca o con el Maestro que le interesa, porque si al extremo de su labor, no hay una fuente de Luz, una fuente de Conocimiento y una fuente de Energía, entonces no van a poder hacer nada que realmente sea un beneficio para los demás o para ustedes mismos y se desesperarán porque no habrá fruto.
¿Por qué no habrá fruto en ese árbol que intentan hacer crecer?
Debido a que no ha recibido agua. Ahora bien,
¿Cuál es la única agua del Cielo?
La Luz, la Bendición, la Energía divina, no importa las palabras, no importa la imagen.
Lo que se requiere por lo tanto es que le den la mano a aquellos que se encuentran más elevados, porque se trata de un problema energético.
Porque se trata de un fenómeno vibratorio, y es por eso que aún no tienen el poder energético para realizar todas las materializaciones, todos los poders y todas las proezas que se les han prometido y que por el momento esa capacidad se encuentra todavía dormida en ustedes.
¿Por qué esas cosas no pueden ser manifestadas, aunque sus deseos o su fe estén exaltados para ayudar a los demás y para salvar al mundo?
Cuando el periodista Alfred Sinnett le pregunto al erudito Subba Row si le podía ayudar a despertar sus poderes ocultos, éste le respondió en una carta:
« Siento mucho informarle que bajo las condiciones que usted propone es imposible que le dé un poco de instrucción practica en el ritual de la Ciencia Oculta. De acuerdo a lo que sé, ningún estudiante de la Filosofía Oculta jamás he tenido éxito en desarrollar sus poderes psíquicos sin llevar la vida prescrita para tales efectos, y no está en el poder del maestro el hacer una excepción en el caso de ningún estudiante.
. . .
Si usted ve que no es posible cambiar su modo actual de vida, lo único que puede hacer para recibir la instrucción practica es esperar hasta que esté en la posición de hacer los sacrificios que le exige la Ciencia Oculta, y por el momento tendrá que contentarse con la instrucción teórica que sea posible darle. [Porque incluso no toda la enseñanza teórica está permitido dar] »
El humano es un ser maravilloso, pero la actual etapa de su evolución lo ha vuelto un estudiante difícil de guiar, y cuando se pone el peso del Karma que se genera la humanidad frente al peso de la Verdad divina (que es toda luz y toda ligereza), la Verdad divina no puede contrarrestar el peso kármico de la humanidad que esta produce con sus bajas intensidades, sus miedos y su egoísmo.
Y por lo tanto, es pertinente que el hombre elimine todo eso para que se vuelva tan ligero y luminoso como lo es la Verdad divina.
¿Y la enfermedad qué viene a hacer en todo eso?
Pues justamente, la enfermedad, para muchos, son las escorias que la Ley divina viene a quitar alrededor de ustedes, para que ustedes se vuelvan como lo es la Verdad divina, o sea: LUZ
Ahora bien, es cierto que no todas las enfermedades tienen este origen kármico y que muchas enfermedades se deben también a la ignorancia de los humanos para interactuar de manera armoniosa con su vida y con su planeta.
Pero no debemos de olvidar que en la masa humana, la enfermedad también quiere decir en gran medida Karma y por lo tanto: el pago de una deuda.
Y con esto, no quiero decir que el Karma no deba ser aliviado y acortado, para que el Karma se vuelva algo útil y permita una toma de consciencia por parte de la persona, sin que esta sea una prueba demasiado difícil de soportar.
Y para eso están los Maestros y también los guías y todos los que sirven a la humanidad de algún modo, pero no debemos nunca olvidar que la Ley va primero.
Fuente:esoterica
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