La pareidolia es un fenómeno psicológico que consiste en percibir de forma errónea, de tal manera que le damos cara de algo conocido a lo que vemos. Es un fenómeno perceptivo, no necesariamente patológico.
Es decir cuando vemos nubes por ejemplo, buscamos y siempre le encontraremos forma de algo.
Lo mismo sucede en encontrar rostros en las cosas, edificios o aparatos, imágenes religiosas en objetos cotidianos, imágenes en el humo, etc.
La pareidolia no es una enfermedad como el que ve alucinaciones, sino que, es una forma engañosa de la percepción, donde el humano mezcla verdad con algo de fantasía.
Ver la cara de la Virgen, Jesús, Elvis o cualquier personaje destacado no es cosa de locura ni de magia: es un proceso mental completamente normal. Esta es la conclusión de una reciente investigación de la Universidad de Toronto (Canadá) y varios centros asociados ubicados en China publicada en la revista Cortex.
Hasta ahora, las personas que decían ver rostros en objetos tan variopintos como una tostada o una nube, normalmente eran objeto de burla. Pero este fenómeno, del que se tiene constancia desde hace siglos, conocido como pareidolia, es muy normal y responde a causas físicas. Lo que se desconocía eran los mecanismos neurales que lo provocan.
Gracias a este estudio, que ha analizado los escáneres cerebrales y las respuestas de comportamiento de las personas que ven caras y letras en objetos, se ha descubierto que la pareidolia no es una anomalía cerebral o de la imaginación sino una función conjunta de la corteza frontal y la corteza visual posterior. Este trabajo conjunto ayuda a generar expectativas enviando señales que mejoran los estímulos de interpretación del mundo que nos rodea, ayudando a la formación de estas imágenes, inexistentes para la mayoría.
“Nuestros resultados sugieren que es común que la gente vea características inexistentes porque los cerebros humanos están cableados de forma única para reconocer caras, por lo que incluso cuando sólo hay una ligera sugerencia de rasgos faciales, el cerebro los interpreta automáticamente como un rostro”, afirma Kang Lee, líder del estudio.
ALGUNAS MUESTRAS DE PAREiDOLIAS