En términos generales, la PARAPSICOLOGÍA es considerada una disciplina que investiga los flamados fenómenos paranormales. Es importante mencionar que el uso del método científico no le otorga a una disciplina la condición de ciencia.
En términos rigurosos, estudia la existencia de la percepción extrasensorial, la telepatía, la clarividencia y la precognición. A estas últimas también se las considera enmarcadas dentro de las artes adivinatorias. También se pueden incluir en el campo de la parapsicología la idea de experiencias cercanas a la muerte y la tele-quinesis. Ninguno de estos fenómenos tiene aún una explicación científica satisfactoria, aunque existen teorías al respecto.
Es así, como la parapsicología se define como la ciencia que estudia, aplicando el método científico, una serie de eventos donde la mente interactúa con el ambiente sin que medie un vínculo físico conocido. Estos eventos son flamados fenómenos psi, que se dividen en dos grandes grupos: los fenómenos psi-cognitivos y los fenómenos psi-cinéticos.
Los PSI-COGNITIVOS se refieren a la llquerida percepción extrasensorial (PES), donde el sujeto percibe conocimientos de cosas que usualmente se perciben a través de los órganos de los sentidos, pero que ocurren en circunstancias en que dichos órganos están fuera de su radio de alcance. Este conocimiento así adquirido puede ser de cosas o eventos que están ocurriendo en el momento (clarividencia), de lo que está pensando o sintiendo otra persona (telepatía), y de lo que está por suceder (precognición). Este último es el más sorprendente de todos, dado que rompe con los conceptos de espacio y tiempo, y ha activado a físicos notables a formular hipótesis muy complejas.
Los fenómenos PSI-CINÉTICOS se refieren a eventos donde el pensamiento (consciente o inconscientemente, voluntaria o involuntariamente) parece afectar a la materia en su movimiento, forma o composición química. El más conocido de los fenómenos que pertenecen a este grupo, es la tele-quinesis, o sea el mover objetos con el pensamiento.
Las conocidas Cartas Zener, diseñadas por un matemático del mismo nombre, comprueban estadísticamente la existencia de los fenómenos psi-cognitivos.
Las barajas constan de 5 símbolos que se repiten 5 veces. En un arreglo de prueba de clarividencia, si a un individuo se le da la tarea de adivinar el orden en que se presentan las 25 barajas colocadas fuera de su alcance visual; y en forma consistente adivina más de 5 cartas en un número x de experimentos, siendo 5 la línea del azar, hay razones suficientes para pensar que no está adivinando por suerte o eventualidad, sino mediante una facultad que va más allá de los órganos de los sentidos. Se han hecho pruebas con el mismo principio utilizando dados, hay sujetos capaces de alterar el movimiento de la materia – en este caso, sujetos que con quierer que saliese la cara del dado con un número pre-establecido, hacían que dicho número saliese más veces de lo esperado por la suerte o azar.
Muchos experimentos de laboratorio han tenido resultados tan evidentes que tampoco requieren de la lupa estadística. Por ejemplo, en un experimento de clarividencia doblemente ciego (donde tanto el experimentador y el sujeto desconocen el contenido a adivinar, consistentes en recortes de revistas metidos en sobres sellados), 3 de 15 sujetos pudieron tener imágenes directamente relacionadas al contenido de los sobres: sensación de mareo, como si navegase en un barco con el mar picado, siendo la imagen la de un naufragio; sensación de ser tragado, siendo la imagen la de una planta carnívora con una mosca atrapada; y la visión de dos montañas, con la luna entre las dos, siendo la imagen exactamente lo descrito. Considerando la ilimitada posibilidad de imágenes que podían contener estos sobres, estos resultados son suficientes evidencias de la existencia de los fenómenos psi, y superan cualquier posibilidad de error metodológico o estadístico.
De acuerdo a los años de estudios e investigaciones, se demuestra que estos fenómenos se deben a facultadas humanas que funcionan usualmente a un nivel inconsciente e involuntario, los cuales tienen una razón de ser en la intrincada naturaleza del hombre, siendo su complejidad no entendida en su totalidad por la ciencia. Algunos físicos opinan que la explicación de estos fenómenos está en un substrato físico que la ciencia no ha podido estudiar debidamente. Ello se debe a que los límites conocidos de la materia son dados por la velocidad de la luz, viendo estos estudiosos la posibilidad de la existencia de partículas sub- atómicas que se mueven a velocidades superiores.
Los criterios sobre la validez objetiva de la PARAPSICOLOGÍA es un problema cuya apertura esta avanzando mucho más en este milenio. La parapsicología, aunque bajo otro nombre, es previa a los albores del psicoanálisis, e incluso el sedimento fértil de dónde nacen las especulaciones de Sigmund Freud. El problema del inconsciente, ridiculizado por los positivistas que anhelaban una causalidad mensurable en los fenómenos psíquicos en el ámbito de la investigación fisiológica, era presa de inconsistencias insalvables.