Pero ni tan siquiera Papá Noel está libre de la probabilidad de que ocurran estropicios, como que se le rompa el saco de los regalos mientras desciende por la chimenea de algún hogar.
¿Qué objetos quedarían desparramados por el salón tras romperse el saco?
Dependerá del signo del Papá Noel a cargo de la misión…
Aries: El día 25 los habitantes de la casa despiertan con un reguero de cuerdas para saltar, mapas de tesoros, cascos, pinturas para disparar, juegos de dardos, pistolas, escopetas…
Un arsenal en el salón que da susto verlo.
Tauro: El salón se llenó de chocolate y otras chucherías, videojuegos, cojines, mantitas, edredones… Y un orondo señor barbudo que, tras el culetazo, quedó tranquilamente dormido encima de tan mullida carga.
Géminis: El saco venía lleno de teléfonos, tablets, juegos multijugador y chismes diversos que se activaron y comenzaron a sonar. Pitidos y ruidos de notificaciones despiertan a la familia de madrugada.
Cangrejo: Una Mamá Noel, con barriga y barba postiza para no faltar a la tradición, se despeñó por la chimenea junto con las muñecas y sus vestiditos; los osos y otros peluches; los trenecitos y aviones teledirigidos, que tampoco faltaron a la tradición… de no ser porque quedaron hechos añicos.
Leo: En el barrio más pomposo de la ciudad, Papa Noel se estrelló con sus réplicas en miniatura de coches deportivos, sus rolex, sus carteras y accesorios, y sus carísimos frascos de perfume.
La parte buena es que los olores de fritangas y similares estarán encubiertos por Chanel Nº5 hasta 2016.
Virgo: El saco venía repleto de estuches de bricolaje, botiquines, ropa práctica, jabón y champú neutro, colonia a granel, entre otros artículos de uso cotidiano.
La cantidad de los mismos, tan generosa como para abastecer a la familia durante un año. Y, por suerte, en el lote estaban incluidos sendos paquetes de guantes para fregar: – ¡Niño! Aquí tienes unos de tu talla.
Libra: El saco más pesado de todos, lleno de libros y de instrumentos musicales.
Para mayor fatalidad, Papá Noel quedó casi asfixiado con las cuerdas del piano. La familia despierta a tiempo para llevarlo a urgencias.
Escorpio: Muy educativo, el saco de Papá Noel contenía múltiples ejemplares de libros sobre instrumentos medievales de tortura, así como de un clásico del arte de la venganza: “El conde de Montecristo”.
Lo peor del descalabro fue que escaparon las colecciones de insectos vivos (entre ellos, las hormigas carnívoras africanas) desatando una horrorosa plaga en la zona.
Sagitario: Se rompió el saco de Papá Noel provocando también una expansión de colores, por los lápices, rotuladores, ceras, hula hoops, trampolines fluorescentes y bicicletas brillantes.
Lo ideal para pasar el día 25 limpiando pintadas en suelos, paredes y techos, y curando magulladuras y diversos traumatismos.
Capricornio: El saco se desgarra y salen de él libros clásicos adaptados para toda la familia, agendas, gafas graduadas, pizarras para estudiar, huchas, manuales de ahorro, etc.
Encima de todo el reguero quedan sobres bien preparados con sendas notas en su interior, que dicen: Estimado niño de cualquier edad, aquí te dejo un impreso oficial para que redactes tu carta a los Reyes Magos. Ellos son los que traen los caprichitos. Yo no cargo con pamplinas.
Acuario: Se desperdiga por el salón un cargamento de juguetes mecánicos futuristas, ponchos, decoraciones con materiales reciclados, muñecos con cuya adquisición se envía un donativo a países del tercer mundo y, por supuesto, innumerables copias del “Manual del pequeño activista”.
Piscis: Mayormente, el saco contenía artilugios para perderse a solas en la Naturaleza y admirar su belleza: brújulas, prismáticos, telescopios, kits de iniciación a la pintura, auriculares adosados a reproductores de música y diarios para plasmar las emociones del alma sensible.