Hagamos esta oración por 21 días, comenzando desde hoy a sanar nuestro cuerpo, alma, corazón y pensamiento.
Yo soy amor
Yo soy bienestar
Yo soy paz
Merezco ser amad@
Merezco ser feliz
Merezco estar san@
Hoy comienza mi sanación de cuerpo pensamiento y espíritu.
Me perdono por los errores que cometí sin olvidar ninguno; porque no soy culpable de nada.
No pude ni supe actuar de otro modo en esos momentos.
Perdono a todas las personas por las que sentí algún enojo.
Las acepto porque no pudieron ser como yo quería.
Las libero y me libero del rencor para siempre.
Cancelo definitivamente el pasado, en el presente para liberar mi futuro.
Dejo de juzgarme y de juzgar a los demás para siempre.
Entrego ahora mismo todo el dolor, los errores y la apariencia de enfermedad a ti Dios padre santo, para que lo transformes en bienestar, amor y paz.
Acepto todo como está ahora, con paciencia para comenzar a sanarme definitivamente.
Merezco servirte de del amor de mis seres queridos. Padre, tú estás en mí y yo en ti.
Por tu poder divino y tu amor eterno dentro de mí, decido sanar mi mente, cuerpo y alma, abro mi corazón a tu amor que me ilumina con su luz radiante, revitalizando cada célula de mi organismo, cada pensamiento negativo se convierte en positivo, recreándome así una vida llena de amor y alegría, que voy a compartir amando y comunicando todo lo que siento.
Quiero sanar mi corazón, luego ayudaré a sanar a los demás.
Gracias universo por una nueva oportunidad en mi vida.
AMEN
¿Porque hacer una oración para sanar: El sistema curativo de la Fé.
Desde la FE hay sanación; la FE es confianza absoluta. Se consigue la sanación a través de la FE porque ella disuelve toda resistencia y hace posible deshacer todo nudo o bloqueo energético que creaba la enfermedad; el desequilibrio energético.
Mezclado sutilmente a nuestro quiero por ayudar a los demás, también está el afán de nuestro ego por sentirse útil y protagonista. Cuidado con utilizar la sanación para reforzar nuestra importancia; adoptando un papel de protagonista cuando sólo debíamos ser ‘canal’ de la energía sanadora universal.
Es desde la FE que se produce la sanación. Desde la transmisión de una energía de Amor Puro capaz de impulsar la auto-sanación y de la que el que reza es sólo un instrumento.
Muchas personas tienen un gran quiero de ayudar a los demás. Sienten que ‘deben’ ayudar a los demás. Pero el QUIERO es una mezcla de sentimientos y energías, donde se proyectan también el miedo, la angustia y la inseguridad.
Cuando queriendo hacer el bien, rezamos para que sane una persona enferma, si dirigimos la energía desde la mente, estamos mandando nuestros pensamientos cargados de ‘buenos quieros’: pero estamos dando de nuestra propia energía vital.