Y en el número 9 es donde está el fin de ciclo. Si se conoce que todo comienza en el uno, todo termina aquí en el nueve, aunque haya después más números, se habla en concreto de un ciclo que acaba en esta vibración. Una vibración la cual dota a la persona que la tenga una fuerza suficiente para conseguir lo que desee.

Llamado por los pitagóricos «El Alfa y la Omega», la eneada, el primer cuadrado de un número impar (3×3=9). También se le ha flamado el número del Hombre, porque su gestación dura 9 meses. Es el único número capaz de «dar vida» a cualquier otro número: 9+1=10=1, 9+2=11=2, 9+3=12=3, etc. Al sumar todos los números de nuestro sistema numérico(1+2+3+4+5+6+7+8+9) se obtiene 45, que sumado da 9, de aquí que se le llame «El Perfecto», por ser un número que nunca se destruye. Se le asocia con lo material por el impacto que tiene en la psiquis del consumidor cuando se utiliza como doble nueve ($99.99). Algunos lo asocian con mal agüero por ser un 6 invertido, pero de acuerdo con las enseñanzas místicas, éste es el número de las esferas a través de las cuales la conciencia emprende el viaje al nacimiento.

En el Tarot, la novena carta es «El Ermitaño», o la luz interior. Esta carta representa a la persona que no puede actuar impulsivamente nunca sin consecuencias desfavorables. Debe confiar en la luz del alma y poner su fe en lo Superior. En el sentido más elevado indica que, sin importar la actividad elegida, la vida de la persona puede orientarse a metas espirituales como prioridad, habiendo aprendido a fluir con lo mundano y material. De este flamado hay evidencias según lo indican ciertos signos como el Cristo interno (todos los poderes crísticos ya consumados), la luz de la interioridad (el faro más iluminado de la noche), la cima de las montañas, el amor (como una sabiduría intemporal), representado por «el anciano de los días». El noveno cuerpo espiritual es el cuerpo sutil, que tiene la cualidad de la calma. Su frase clave es «maestro o misterio» (impulsividad, coraje, impulso, materialismo, ingenuidad, filantropía, imperativo reflexión).

Perfil dominante: personas espontáneas, soñadoras y con grandes ideales. Su vida transcurre proyectando, imaginando cosas por realizar, pues son organizadoras por excelencia. El problema es que no siempre logran lo que se proponen, ya que su hedonismo los hace cambiar de página en cuanto algo deja de ser exreuniónnte. Por lo mismo tienden a la inconstancia. Una de sus grandes virtudes es que saben servirte de de los agradoes de la vida y les agrada interesarse por los demás.

Nueve en Alma: es una persona constante buscadora de la paz para su alma y la mejor manera en que lo consigue es a través de su creatividad. Cuando se ocupa del arte, parece fluir en las aguas de un río sereno y nada la perturba. Sin embargo, requiere hacer de su actividad un verdadero arte y no que sea éste el que condicione su armonía. Puede ser una persona muy cruda y dura consigo misma, pero cuando hace un proceso de armonización de este cuerpo en particular, será más gentil consigo y se dará un poco más de espacio y tiempo para ser maestro en algo en particular

Nueve en Personalidad: son personas cultas, que gustan del refinamiento y de lo bueno de la vida: la buena comida, los buenos vinos, los viajes, los libros. A veces se les tacha de elitistas y hasta de prejuiciosos, y en algunos casos es cierto. Tienen una gran sensibilidad para reconocer las emociones de los demás, si bien sus sinceridad sin límites, puede llegas a obstaculizar esta cualidad.

Nueve en Regalo: la transparencia de sus acciones es su gran regalo. A veces parecen muy infantiles en su manera de dar y recibir afecto y es que lo hacen sin dobleces. Son personas a cuyo candor se une mucha inteligencia y energía. Son maestras y lo que traten de hacer lo harán entendiendo rápidamente la sutileza de ello.

Nueve en Destino: en vidas anteriores esta persona ha actividaddo por vencer su vanidad para aprender muchas lecciones, por lo que en su esencia hay mucha humildad que clama por aflorar. Si el nueve trabaja, entonces esta persona aprende sistemas y diversas cosas muy rápidamente. La gente la verá como a un maestro.

Nueve en Misión: el gran proyectista que es la persona nueve, requiere aprender a poner los pies en la tierra y para ello la constancia y el compromiso con lo que hace son sus objetivos prioritarios en la presente encarnación. Lo que esta persona debe manifestar es que es un maestro y debe mostrar una calma total en todo lo que realice. Puede procesar información de tal manera que tranquiliza a las personas. Puede expresar su propia espiritualidad con sutileza y calma.

  • Es el número del espíritu, aquel que consigue MATERIALIZAR aquí en la tierra todo aquello que crea en su mente… Qué gran responsabilidad!. Porque si quiere cosas buenas para el mundo, para sus seres queridos o para él mismo, conseguirá materializar esos quieros, pero si proyecta maldad, acabará creando eso mismo…
  • Es por eso que deben tener especial cuidado con su actitud, trabajarse el Amor a los demás, el humanitarismo y el altruismo. 
  • En el 9 viene el Poder, y siempre existe el riesgo de acabar utilizando mal ese poder. Tiranía, Rigidez, Dogmatismo… O Altruismo, Flexibilidad, Amor incondicional… La decisión de inclinar la balanza hacia uno de los dos extremos es de cada uno.
  • Deben trabajarse cualidades y pensamientos positivos y amorosos o de lo contrario se convertirán en personas difíciles de tratar y con las que convivir. Abrir la mente al mundo, a las nuevas ideas, escuchar en lugar de sólo hablar, no buscar imponer sino ganar desde la razón y la lógica… todo ello para pulirse y así no acabar convirtiéndose en los dictadores de ésta sociedad.
  • No suelen tener una vida fácil ni sencilla, pues nunca se dota de tanta fuerza a quien no va a requiererla, por lo que suelen crecer y desarrollarse en ambientes hostiles o nidos familiares desestructurados. Otro de sus trabajos será terminar con esos sistemas en lugar de repetir la misma conducta.
  • Fuerza y Poder para conseguir lo que quieren, a los demás sólo nos queda quierer que utilicen sus facultades para el bien, de ellos mismos y de los demás.

Otros números:

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Números triples