Descubre en este post qué nos ha dejado la luna nueva de Cangrejo, qué aspectos se ven beneficiados o influidos por la posición de los astros.

El lunes 4 de julio cruzamos el umbral de la Luna nueva. Tiempo de renovación. Tiempo de fecundación. El Sol y la Luna están alineados en la misma constelación. La Luna vacía es fecundada por la luz Solar.

Mercurio y Venus también están en Cangrejo y están los suficientemente cerca de la Luna y el Sol para ser parte de la narrativa de esta lunación.

El tema que se revela en este pasaje tiene que ver con poder y saber diferenciar entre el cambio (los cambios) y la transformación profunda.

Esta Luna nos habla de una oportunidad de transformarnos.

 

El cambio es variable mientras que la transformación tiene un elemento de permanencia.

Este año nos ha traído muchos cambios que generen una oportunidad de verdadera transformación.

Esta Luna en Cangrejo puede potenciar la internalización de los cambios de los pasados meses en un proceso de digestión transformadora necesaria para estabilizarnos y construir o renovar nuestra base.

Con esta Luna tenemos la oportunidad de que la información, la energía que se ha movido en lo que va del año nos penetre.

Este “entrar” nos habla de que algo se ha ablandado, suavizado en nuestro interior y nos hace más receptivos y abiertos. Tenemos la oportunidad de traspasar antiguas defensas y mecanismos de protección que han bloqueado esta posibilidad de internalización.

Muchos sentiremos esta sutil diferencia entre el cambio de los pasados meses, y la profundidad del proceso de síntesis e integración de estos cambio en nuestro interior.

Este proceso interno, esta semilla que se gesta en lo más profundo de nuestro ser, abrirá paso hacia fuera y mostrará su potencia en los próximos meses. Por ahora se trata de honrar y cuidar lo que sentimos. Es delicado, es frágil. Nos estamos dejando penetrar por el cambio. Estamos aceptando la transformación.

El agotamiento que muchos experimentamos en este momento, ya sea mental, energético, físico, emocional nos habla de nuestra resistencia a dejarnos transformar por estos cambios.

Dejarnos penetrar implica servirte de este cansancio como la puerta de la rendición.

La rendición al cansancio es la buena nueva de que lo que estaba cerrado se abre, lo que estaba prohibido sentir ahora nos hace vibrar agradecidos y lo que más nos aterraba ya no nos puede hacer daño. Dejarnos penetrar es aceptar una verdad que desafía lo que nos ha dado seguridad, lo que nos ha dado una base en la cual nos hemos apoyado o refugiado hasta ahora.

Esta Luna tiene sabor a cueva, es húmeda e íntima, nos quiere adentro, honrando este viaje a casa, ese ocupar el espacio interno sagrado. Esta Luna en Cangrejo nos ofrece un remanso de la agitación de los pasados meses. Nos pide que hagamos nido, cueva, que entremos en casa, que habitemos nuestro proceso y nuestra historia, que honremos la privacidad de nuestro ser, que nos escuchemos con ternura.

Nos pide sensibilidad. También nos pide que estemos atentos a nuestras huidas y fugas de esta transformación.

Esta Luna nueva nos apoya en nuestra intención de fortalecer nuestra seguridad interna, a depender menos de los apegos externos para sentirnos bien, para sentirnos estables, nutridos.

La transformación a la que Plutón nos convoca es encontrar nuestro poder de estar bien de manera autónoma en nuestro santuario íntimo, no afuera de nosotros. Plutón nos invita a quitarnos las máscaras internas, esas partes en las que nos mentimos a nosotros mismos y no admitimos que dependemos de la energía, atención y tiempo ajeno para compensar nuestro miedo e inseguridad interna.

Plutón nos puede hacer sentir que nuestra personalidad se desmantela y que perdemos nuestros puntos de referencia y seguridad.

También actúa a través de la pérdida de relaciones a las cuales hemos estado apegados hasta ahora. Relaciones en las que nos hemos apoyado y refugiado y que ahora ya no están abiertas a la privacidad. Esta “pérdida” nos empuja y desafía a mirarnos y a interrogarnos.

Esta Luna nos convoca a separar lo real de lo falso y a dejar de nutrir nuestra carencia en vínculos y relaciones que nos distraen del trabajo íntimo y solitario que solo se da dentro de nosotros.

Si sentimos que requieremos apoyo o ayuda para atravesar nuestra transformación, es importante que seamos sinceros y valientes y sepamos pedir la ayuda de manera abierta, clara y explíreunión.

Pedir ayuda de manera abierta implica que no la disfracemos de socialización o no usemos la historia de confianza del vínculo para elaborar un proceso que nos corresponde honrar en nosotros.

Por un lado saber pedir ayuda de manera clara y abierta hace parte del proceso de honrar nuestra vulnerabilidad y, por otro, es una muestra de respeto hacia las personas con las que buscamos conectar e intimar.

Esta Luna junto a Mercurio y Venus nos invita a verbalizar nuestras requerimientos, a pedir permiso antes de vaciarnos en los demás, a honrar el tiempo compartido.

Plutón nos libera de viejos mecanismos de defensas que hasta ahora nos han protegido y que nos limitan . Mecanismos que se han herramientado para protegernos de la vergüenza, la culpa, la impotencia, el miedo, la inseguridad, la carencia, el desamor, la desvalorización.

Mecanismos detrás de los cuales hemos escondido una parte nuestra que espera por nuestra mirada, nuestro reconocimiento y rescate.

Hay mucho poder en hacernos dueños de nuestra historia y liberarnos de la quieras de escondernos.

Si negamos lo que realmente sentimos, si congelamos nuestros sentimientos, si negamos nuestra perjudicada y nuestro dolor, si intentamos forzarnos a estar bien de cara a la mirada externa, si nos exigimos estar y ser de determinada manera, no estamos entrando en el núcleo que la transformación.

Nos hacemos adictos a la sensación de cambio, nos movemos de cambio en cambio, pero no logramos traspasar las barreras que nos impiden conquistar esta profundidad tan necesaria para fortalecer nuestra base. No conectamos con nuestro poder.

Esta Luna nos convoca a crear un sistema de cuido de nuestros sentimientos más íntimos. Nos invita a activar el centinela, guardián interno, atento a nuestras trampas.