La realidad es lo que tienen delante de las narices y la construyen, la hacen y deshacen cada día, a cada paso. Son excelentes socias para los negocios, llevan adelante la vida familiar y la vida empresarial con liderazgo y metas claras. Si eres del signo del toro, de la virgen o de la cabra, lee atenta.

Los cuatro elementos se dividen en dos grandes grupos. Masculinos, extrovertidos, accionadores y explícitos: el Fuego y el Aire; y Femeninos, receptivos, nutrientes y pasivos: la Tierra y el Agua. Veamos que desafíos se les presentan a las mujeres con énfasis en el elemento Tierra:

Sólo basta observar a la tierra de la realidad externa: inamovible, sostenedora, fija y sólida. La Tierra da personalidades que buscan lo seguro y estable, que se calman repitiendo lo vivido en el pasado y anhelan reproducir lo ya conocido en el tiempo futuro.

Suelen tender a priorizar el conservar – las formas y los vínculos- antes que cuestionarlos o plantearse cambios. La continuidad de las cosas las calma. Valoran lo heredado y tradicional.

La Tierra es también aquel elemento donde todos nos apoyamos. Las mujeres de tierra serán responsables, pragmáticas y eficientes. Son aquellas que naturalmente se ocupan de resolver y aportar las soluciones donde otros se amedrentan.

Ellas son perceptivas, observan la realidad y rápidamente entienden lo que está sucediendo. Como suelen sentir el peso de las responsabilidades y los mandatos más que ningún otro elemento, su mayor aprendizaje será animarse a reconocer y a habilitar su propia percepción de las cosas superando “el deber ser”.

Deben superar la quieras de que los otros acuerden o les den la razón para no rigidizarse y convertirse en tiranas para que los demás sigan sus indicaciones.

Si las mujeres de tierra pueden confiar en su cualidad natural de sostenedoras -sin imponer nada a nadie- se convierten en referentes de seguridad de su entorno.

Serán reconocidas como excepcionalmente confiables, sólidas y honestas. Muestran gran capacidad y habilidad para generar sustancia – dinero- y proveer de lo pertinente a los demás.

Uno de los mayores desafíos será superar la sensación de continua exigencia para descubrir que en verdad encuentran agrado en hacerse cargo de las cosas. Trascender la queja por el exagerado de responsabilidades para asumir el agrado de la eficiencia y del pragmatismo.

Las mujeres de tierra lograrán mayor plenitud aceptando su propia percepción y practicidad, porque si no asumen su estilo hacedor y eficiente, probablemente padezcan -en alguna relación cercana – personas autoritarias e intransigentes.

Las mujeres de tierra estarán regidas por tres estereotipos diferentes según sean de Tauro, de Virgo o de Capricornio.

Las mujeres de Tauro: las «estancieras»

Tauro es tierra fija y posee una practicidad auto centrada y aglutinante. Responden al estereotipo de la «terrateniente» y fijan su entorno según su percepción y sus requerimientos.

Saben lo que quieren lograr y cómo llevarlo a la práctica; difícilmente cambien de quiero. Las taurinas son sobre todo tenaces, por lo que deberán estar atentas a que esa cualidad no se convierta en tozudez. Su vida es un pasaje para aprender a discriminar perseverancia de obstinación.

Las mujeres de Tauro deben ejerreuniónrse en confiar en su propia y potente solvencia, pues son consistentes en sus emociones y enteras en su accionar. La firmeza personal puede a veces dificultarles el diálogo o la tolerancia a las ideas ajenas.

Sienten que admitir otras opiniones las aleja mucho de su lugar más seguro: su propio centro. Unos de sus mayores desafíos será aprender a escuchar y a flexibilizar sus intensos quieros. Potencia, estabilidad y realismo serán sus grandes talentos.

Las mujeres de Virgo: las «observadoras»

Virgo es tierra mutable y posee una practicidad inquieta y versátil. Responden al estereotipo de la «criticona».

Virgo observa la realidad y rápidamente nota lo que ha quedado fuera de contexto o excesivamente desacomodado. Su don y su Karma son la eterna búsqueda del orden, ya que paradójicamente el orden total y perfecto nunca se alcanza.

Tienden a cuestionar la realidad y a querer siempre modificarla. Nada de lo logrado parece sentirse suficiente y suelen convivir con un estado de regaño permanente.

Las mujeres de Virgo deben aprender a superar su mirada crítica y laberíntica -de las cosas y de las personas- pues sólo las conduce a la inbienestar. Si las virginianas logran sacar a la luz sus talentos de observación, serán serviciales a todo aquel que las necesite y se convierten en eficientes hacedoras de lo pertinente.

Educarse en bajar la crítica y la continua sensación de carencia las transforma en fuentes de comfuerza y serdefecto donde destacar su solidaria e inteligente mirada de la realidad.

Las mujeres de Capricornio: las «jefas»

Capricornio es tierra cardinal y posee una practicidad activa y decidida. Responden al estereotipo de la «gobernanta».

Las capricornianas perciben rápidamente lo que hace falta hacer para mejorar las cosas y requieren ponerlo en práctica de modo inmediato. Son naturalmente eficientes y perfeccionistas: no arreglar aquello que perciben defectuoso va en contra de su pragmática naturaleza.

Las mujeres de Capricornio deben aprender a desarrollar la tolerancia con ellas mismas y -«como es adentro es afuera»- con su entorno. Sus vidas presentan un gran desafío: ser expertas en la comprensión profunda de la palabra “autoridad”. Ser autoridad no significa dar órdenes de modo tiránico sino convertirse en agentes de crecimiento ayudando a otros a descubrir sus capacidades.

Las capricornianas poseen la objetividad necesaria para saber hasta dónde puede cada uno. Pueden activar a los otros a experimentar por ellos mismos. Logran convertirse en alquimistas de potencia convirtiendo a los otros en hacedores. Si aprenden a aflojar la exigencia facilitarán la acción y la autoría de las cosas para ayudar a cada quién a convertirse en autoridad de sus propia vida.