La Maruxaina, la sirena del norte

De todos los seres míticos, la sirena es la que en todas las culturas tiene un sitio y por supuesto una versión diferente.

En China, la consideran la fabricante de perlas y suponen que son las lágrimas de las sirenas las que las forman.

En el norte de Europa, se habla de ella como de una embrujadora, una seductora de hombres a los que arrastra con ella a los fondos marinos.

En la mitología irlandesa. Aseguran que si ella te encuentra y se deja ver, podrás pedir tres quieros que te serán concedidos.

Pero en nuestras costas, en las costas del norte de mi tierra, la historia cuenta que solo hay una sirena, un único ejemplar que es eterna y hermosa.

Dicen que era una muchacha que vivia en un pueblito pesquero. Una muchacha a la que el mar la seducía tanto que siempre andaba de un lado a otro por los acantilados y las playas, sin importarle si a ellas se arrimaban tormentas o vendavales.

No respetaba normas, ni se contaba con ella en la casa, porque la atracion que sentia por el mar era tan importante, que se saltaba todas las leyes de la convivencia y todos los horarios.

Una noche en que se madre tuvo que subir a los acantilados para encontrarla -sin intención, pero con enfado- sin darse cuenta de que era una noche de Luna llena, que es la Luna donde las palabras se hacen sentencias, pronuncio un frase que se transformó en un maléfico.

“Que los Dioses todos te conviertan en pez, para que puedas ir a donde siempre quiereste”

Y cuenta la leyenda que esa misma noche sus piernas se volvieron una cola de pez y su cuerpo se lleno de escamas doradas y brillantes.

Desde ese momento ella permanece cuidando de nuestras costas, convirtiendo los rayos de luna en farolillos sobre el mar para guiar a los marineros y sus barcos mas alla de las rocas, hasta puertos seguros.

Me quedo con esta versión. Porque hay muchos testimonios de marineros que han vuelto a los muelles en medio de las tormentas, guiados por luces que no pudieron explicar y que les han conducido, por una especie de sendero sobre el agua, hacia lugares tranquilos

Tanto es así, que en mi tierra, la gente de mar la menciona siempre por el nombre de la muchacha que dicen que fue.

Todos la flaman con enorme cariño y respeto “La Maruxaina”