Dentro de los misterios que entrelazan a la geometría con la alquimia, ambas parte del cuerpo hermético de conocimientos está el misterio de la cuadratura del círculo, una demostración de la armonía universal que puede encontrarse en milenarias construcciones como catedrales, pirámides y que ha sido también demostrado por da Vinci en sus famosos cánones de a proporción humana.

El cuadrado en el círculo está en todas partes como la famosa espiral de Fibonacci.

La geometría es el principio rector de nuestra realidad, ya sea desde la perspectiva científica o desde la perspectiva mística.

Científicos como Einstein han visto al tiempo-espacio como un continuum con una forma geométrica determinada y numerosos otros físicos han entendido que el mundo material es la representación de formas matemáticas que existen en una especie de espacio platónico.

Desde una visión mística, la geometría refleja el orden divino y revela la firma del creador, es por ello que existen principios como el número áureo, los conjuntos fractales o la supersimetría: ecos de la unidad dentro de la multiplicidad.

Es el asombro primigenio, reconocer la unidad primordial en todas las cosas.

“El círculo cuadrado es comúnmente usado en el diseño, pero pocos entienden su poder para evocar un sentido profundo de alineación entre el ser y el universo.

Cuando es aplicado a la arquitectura, las artes visuales, el diseño, el círculo cuadrado refleja los ritmos naturales del cosmos y la conciencia.

Hasta que entiendas como está activo este principio dentro de la existencia, no podrás reconocer la verdadera armonía del cosmos”, dicen los autores.