QUÉ GUARDAS EN EL CHAKRA CORAZÓN, ENERGÍA PURA DE AMOR Y ALEGRÍA

En lo más profundo del chakra del corazón se aloja un receptáculo, un pozo de amor.

Igual que el chakra de la base, que contiene la energía fisico, la energía de vida, la energía espiritual, igual que el hara, que contiene de forma natural la energía de la acción justa, igual que el plexo, que contiene el sol del mediodía, el corazón contiene de forma natural el amor incondicional.

La energía que reside en el chakra del corazón es la alegría pura, el amor, la vida.

El chakra del corazón reposa en un vasto receptáculo que contiene tres corazones muy importantes.

El corazón físico, con sus puertas, sus antecámaras, sus cámaras y su pozo de amor; el corazón kármico, administrado por el timo, que contiene los vínculos kármicos del corazón en relación a las vidas que habéis elegido reencontrar en esta encarnación; y el corazón espiritual es el tercer corazón.

El corazón espiritual es un nuevo chakra que se está desarrollando en la mayoría de los humanos.

Está cada vez más presente en los seres que persiguen una vía de evolución en el desapego para alcanzar la cuarta o la quinta dimensión.

Así, cuanto más os eleváis en los planos vibratorios de conciencia, y mas dejáis atrás las dimensiones en las que reside la atracción terrestre la pesadez terrestre, más el corazón espiritual ocupa su sitio, se armoniza con los otros corazones físico y kármico.

Sin embargo, para que esto tenga lugar, vuestro corazón kármico debe haber liberado sus propias memorias.

El corazón kármico contiene la memoria de la perjudicada de vuestra encarnación.

Esta perjudicada es lo que vuestra alma ha venido a encontrar a través de su experiencia de la familia terrestre: el abandono, el rechazo, el no reconocimiento, para transmutarla.

Este corazón está también directamente relacionado con vuestro Karma, es decir, con la suma de experiencias de vuestras vidas en la Tierra.

El corazón kármico contiene las memorias kármicas relacionadas con el amor. El corazón kármico está alojado directamente en vuestro timo.

Físicamente, está relacionado con esta glándula; energéticamente está relacionado con la perjudicada kármica de vuestra alma.

Así, es bueno que el corazón kármico sea limpiado para permitir una liberación de sus memorias, mucho más profundas y mucho más cristalizadas que las que se alojan en vuestro corazón físico.

El corazón físico transporta las memorias dolorosas de amor ligadas a esta vida que vivís en este presente, contrariamente al corazón kármico, que lleva la memorias de vuestra perjudicada fundamentalmente de amor de todas vuestras vidas esta la Tierra.

Establecer contacto con ese centro requiere una elevada percepción de los planos vibratorios.

El timo es el corazón que ha elegido aceptar la vibración de vuestro Karma. El timo es esa glándula, no sólo terrestre,sino también vibratoria, que ayuda al niño pequeño hasta el período de la adolescencia a construir sus sistemas, a construir sus cuerpos, a construir su fuerza de luz.

Cuando esto se ha realizado plenamente en un sistema ideal de crecimiento en la Tierra, el adolescente es capaz espiritualmente de encontrar su dolor.

Cuando este proceso se ha omitido, el timo se queda con una sobrecarga, pues transporta aún el dolor kármico, el dolor de vuestra encarnación.

La sobrecarga del timo o del corazón kármico dificulta la fluidez de la cruz interior, cuyo reunión se da a este nivel en el cuerpo, y bloquea la fusión entre los planos celestes y los planos terrestres.

El receptáculo del corazón contiene, pues, esos tres corazones. Es amplio. Contiene la energía de amor directamente unida a la vida de los pulmones y al órgano del corazón físico.

Los pulmones son la expresión de «Quiero tomar la vida. Quiero recibir la vida. Amo la vida. Merezco la vida. Merezco existir.»

No hay ninguna casualidad en el hecho de que los pulmones estén alojados en el receptáculo del corazón, alojados entre la garganta, el paso estrecho, y el lago de energía del corazón.

Los pulmones respiran la vida, respiran el amor.

El chakra del corazón ejerce de vínculo entre los planos celestes y los planos terrestres. Ejerce de unión entre los chakras superiores, que se nutren de las energías de los planos superiores de conciencia, del alimento celeste, y los chakras terrestres, que se nutren de las energías de los planos inferiores de conciencia, del alimento terrestre.

Espiritualizar la materia (chakra de la base) se hace a través de la energía del amor.

Elegir actuar en el amor (chakra del hara) se hace a través de la energía del amor.

Trascender la acción de los chakras se hace acogiéndolos y reconociéndolos a tra­vés del amor. Así, continuáis elevando todas las vibraciones en vosotros y las lleváis hacia vuestro corazón.

Utilizad la energía del amor como potencia de curación. Utilizad la energía del amor como potencia de trascendencia. El amor eleva.

Este chakra está localizado entre la garganta y el plexo, entre dos chakras que se alojan en un estrechamiento o angostura de vuestra envoltura física.

Por el contrario, el chakra del corazón es un receptáculo que reposa en un lugar muy amplio de vuestro cuerpo, puesto que puede contener tres corazones.

Sin embargo, ¿comprendéis que para que los chakras superiores (garganta, conciencia, corona) estén bien armonizados es pertinente que el corazón respire amor?

Para que la garganta pueda expresar la palabra de oro, no puede estar separada de la energía del corazón. Para que la conciencia se una a su divinidad, debe estar unida a la energía del corazón.

Para descristalizar las emociones, para que se vuelvan de oro, es pertinente que el plexo esté unido al corazón.

Para que el poder en el hara se vuelva transpersonal, es pertinente que el hara esté armonizado con el corazón.

Para elevar, trascender y espiritualizar la energía de la base, es pertinente que el chakra de la base esté unido al corazón.

Así, tenemos tres chakras primarios que son de alguna manera corazones. Tenemos el corazón que es el corazón, tenemos el hara que definimos como un corazón terrestre, y tenemos la conciencia que flamamos el corazón de la divinidad.

Es por lo que el chakra del corazón está en la encrucijada de los caminos, a la que denominamos «la cruz interior».
Fuente:Maria Quintana (Maria Lustig)