Gran Principio Hermético de la Vibración

El tercer Gran Principio Hermético de la Vibración, encierra la verdad de que el movimiento se manifiesta en todo el Universo. Nada está en reposo, todo se mueve vibra y circula. Este principio hermético, reconocido en su tiempo por alguno de los mas eminentes sabios de la antigüedad, paso al olvido cuando la historia entro en una fase de materialismo tecnológico, hasta finales de siglo XIX, momento en que la misma ciencia física reconoció esos mismos axiomas mediante complicadas formulaciones. Finalmente Filosofía hermética y científica resultaron unidos por un unico objetivo: la búsqueda de la Verdad total.

Con la terminología de la nueva era, nos ha dado por hablar de vibras y de ondas, para demostrar percepciones buenas o malas, es decir, afinidades de sincronización, como algo simbólico, intangible y psíquico. Pero la vibración es real, es un acto científico, matemático, metafísico, y anímico; es la cualidad de todos los cuerpos. No es una palabra, ni una idea, es un hecho concreto. Sin vibración, no habria existencia

Esta ley hermética, no solo acoge en si misma el principio de vibración universal, sino que además relaciona las diversas manifestaciones de la materia, de la mente e incluso del espíritu, como resultado de los diferentes estados de la vibración. Es decir, desde el Todo como principio creador, hasta la burda materia, todo es vibración.

El cuerpo humano es un gran ejemplo de este principio. En su composición diferenciamos el cuerpo denso o material y el cuerpo sutil que contiene el aliento que lo anima, el espíritu, y entre ambos extremos hay vibraciones de miles de millones de intensidades y modos diferentes.

Cada órgano, cada átomo, cada célula, cada partícula contenida en ellos tiene una vibración determinada a una frecuencia adecuada para la función que realiza, que se ensambla en una complicada y bella armonía vibratoria, al conjunto vital, como si se tratara de los instrumentos de una orquesta sinfónica en la que cada uno interviene en el momento adecuado y cumpliendo a la perfección con su función, colaborando así a que la sinfonía humana tenga una resonancia perfecta. Si solamente pudiéramos ver en un microscopio como se agita una gota de agua y comprendiéramos el equilibrio vibratorio entre todas las partes del cuerpo, nos quedaríamos impresionados de la belleza y perfección y tendríamos mas en consideración el respeto de esa obra magnifica que es el cuerpo humano.

Por su parte, las moléculas están compuestas por átomos, estos por corpúsculos, que también se mantiene en constante vibración. Los átomos a su vez estan formados por electrones, iones, etc., cuyo movimiento circular alrededor de otros cuerpos en diversos sistemas vibratorios, y asimismo las temperaturas de los cuerpos forman parte de grados de vibración. No importa la clase de materia de la que la energía esta compuesta; sea cual sea su vibración siempre girará entorno a otra o incluso a veces contra otra, y esto es aplicable a la luz, al calor, y a otras diversas formas de energía que la ciencia relaciona de alguna manera con el éter, definido por alquimistas, como una energía de grado superior, al no ser visible por el ojo humano, y por tanto de mayor nivel vibratorio, y que de hecho, es el eslabón que une a la materia y su poder de atracción o campo de gravitación.

También en el Universo, los planetas giran alrededor de un sol, y muchos de ellos lo hacen también sobre sus propios ejes. Los soles, a su vez, giran en torno de puntos centrales mayores, y se cree que éstos circulan también alrededor de otros todavía más grandes, y así sucesivamente, en una infinidad de formas y ritmos, formando en una cadena vibratoria, que mantiene el cosmos vinculado mediante este principio hermético. Así pues, todo es un movimiento permanente, y como dice el axioma del Kibalyon: Aquel que ha logrado comprender el principio de vibración ha alcanzado el cetro del poder.

Es muy clásico el ejemplo ilustratativo de la rueda girando para demostrar el funcionamiento de la vibración en los cuerpos, y a el recurriremos para adentrarnos en la comprensión del efecto que provoca el continuo aumento de la intensidad vibratoria, y que es esencial para comprender la mecánica de la medicina vibracional, en todas sus formas, incluida la radiónica y las artes mágica.
Cuando el dispositivo se activa, la rueda comienza su giro con lentitud hasta tomar la velocidad X; nuestro ojo percibe perfectamente el movimiento producido por la rueda que a partir de ahora la definiremos como Objeto; en este punto el movimiento no emite sonido alguno. Conforme aumenta la velocidad, aparece un ligero zumbido, de tono grave, que incrementa progresivamente su vibración, elevándose en la escala sonora, mientras van apareciendo nuevas notas al ritmo de la velocidad del objeto, para finalmente, llegado a un punto máximo acústico, desaparece el sonido, no porque deje de existir, sino porque es imperceptible a nuestra capacidad auditiva, la cual penetra en zona de silencio. Ahí da comienzo la vibración ultrasónica.

Si por ejemplo, en vez de la rueda nuestro objeto fuera un cuenco tibetano, esto se haría aun mucho mas evidente, ya que la simple presión del roce del bastón de madera girando sobre el borde del cuenco de aleación de 7 metales produce una resonancia cuyo sonido aumenta progresivamente en la escala hasta alcanzar un nivel altísimo e imperceptible para el oído humano pero que sin embargo si lo puede escuchar nuestro cerebro.

Ahora viene lo mágico. Sigamos subiendo de escala vibratoria; en el silencio, empieza a percibirse poco a poco sucesivos grados de color, comenzado por el estado de rojo oscuro, que es el color mas denso de la escala cromática, y que va aclarándose en luz y brillo conforme aumente la velocidad, hacia el anaranjado, amarillo, la gama de verdes, y azules para llegar finalmente al añil.

Llegado a este punto, si la velocidad se acrecentara, entraríamos en la vibración del color blanco, que en realidad no existe, pero el ojo, al igual que antes el oído, no puede registrar la gama cromática superior. Por eso se dice que el blanco es la suma de todos los colores, ya que en realidad si pudiéramos ver, seria el arco iris lo que sustituiría al blanco.

Cuando el objeto ha alcanzado cierto grado de vibración, inexorablemente comienza el ciclo de destrucción, y de la misma forma que se originó, ahora sus moléculas se desintegran, resolviéndose en sus elementos originales o átomos. Después de los átomos, según el principio de vibración, se separarían en innumerables corpúsculos o electrones, de los que están compuestos. Y, finalmente, hasta los corpúsculos desaparecerían y podría decirse que el objeto estaría compuesto por sustancia etérea.

La ciencia no se atreve a llevar la ilustración más allá, pero los herméticos dicen que si las vibraciones continuaran aumentando el objeto pasaría sucesivamente por estados de manifestación superiores, llegando al plano mental y después al espiritual, hasta ser por último absorbido en el Todo que es El Espíritu Absoluto.

Esta es la trayectoria vital que sufren todos los cuerpos y en realidad se puede aplicar perfectamente al proceso de generación y destrucción, de vida y muerte del ser humano. El antiguo símbolo oriental del Ying y Yan Chino, es la manifestación grafica de este recorrido, y es el mismo libro de las mutaciones (ICHING) que en su oráculo nos da la explicación mas clara cuando habla de aumento y la merma como ciclos naturales de la vida, en la que lo vacío se llena y lo lleno debe vaciarse para comenzar el nuevo ciclo.

Todas estas energías, si bien son muy superiores a la materia, en la escala vibracional, están sometidas y confinadas en cuerpos materiales, según la fuerza que se manifiesta a través de ellas, incorporándose así, a su propia creación. Aquí volvemos de nuevo al axioma hermético de la ley de Correspondencia: lo que es adentro como lo que es afuera, lo que es Arriba como abajo. Es decir, la fuerza creadora y sus obras unidas en un todo indivisible, y ese seria nuestro origen divino. Creo que si realmente fuéramos conscientes de ello y de nuestra propia vibración nos respetaríamos más a nosotros mismos y evitaríamos muchas actitudes que no hacen sino provocarnos desperfectos.

Pero ahí no termina la cosa, sino que los estados mentales también emiten vibraciones. Cada pensamiento, voluntad, quiero e intención, al igual que decíamos de las células provoca estado de atracción o repulsión con respecto a otro campo energético, de manera que este segundo se ve afectado por el nivel de vibración del primero. Este es el poder de la mente cuyos efectos son palpables no solo en telepatía, sino en otros planos como nivel mental, la magia o radiónica. De hecho, los estados de amor o de odio no son más que efectos de vibración en concordancia armónica (atracción) con el compañero o discordancia armónica que seria la repulsión y lo mismo ocurriría con el resto de las virtudes y sus polaridades.

Las llqueridas almas afines serian aquellas, cuya vibración es de igual grado y similar intensidad o frecuencia, de forma que, la vibración entre ellas se produciría como en los vasos comunicantes sin ninguna interrupción o desarmonia. Cuando el cuerpo y la mente trabajan unidos en alcanzar metas mas altas de conciencia, con constancia y sinceridad, con humildad y sobre todo con Amor, se logra la Gran realización y entramos en la Vibración del Amor Incondicional, que es el máximo nivel. Esa es la energía de los Iluminados, de los yoguis, de los santos, y de los místicos realizados.

Asimismo, los enamorados, vibran en armonía, las energías se complementan, y las almas se sienten plenas, eufóricas y realizadas; y la vida es mas que una sonrisa. Las vibraciones son muy elevadas y parece que todo se pone a favor de esas personas cuando vibran así, les guía la buena estrella.

Mientras haya un objetivo común, entre varias personas fluiremos en equilibrio, nuestras almas buscan la misma realización y pese que existan pequeñas o mas grandes diferencias entre unos y otros el objetivo perseguido siempre nos dará una meta final y vibramos en armonía. Cuando se crean actividads de competencia, entra en juego el personalismo, se pierde el sentido de la complementaridad y vibramos en disonancia; finalmente se rompe el equilibrio.

Cada estado mental vibra a una densidad y modalidad diferente, que dependiendo del nivel del pensamiento y de la intensidad de emisión, afectara sobre el objeto proyectado, y se reproducirá cuantas veces se haga uso de ese estado mental, de la misma forma que las notas musicales se reproducen en una guitarra cada vez que se utilice una determinada cuerda en combinación con otra. La escala cromática de colores utilizaría la misma trayectoria.

Cuando profundizamos en el principio de vibración, nuestra mente se convierte en un instrumento vibratorio, que una vez aprendido su control, es la herramienta más poderosa que disponemos. Podremos controlar nuestros estado mental, potenciando nuestras mejores cualidades y erradicando las más defectosas pero también podremos igualmente manipular la mente de un ser humano, de menor poder vibratorio.

Así funciona el vampiro energético, el manipulador, el mago, y también el líder, el político, e incluso, la publicidad.

Ahora podremos retomar el axioma de la ley de vibración, ya que las vibraciones a voluntad pueden ser reproducidas tanto en el plano mental como en el plano físico.

Se requiere práctica, ejercicios y constancia pero es indudable que la transmutación, es un don inherente al ser humano y susceptible de desarrollar.

Si no, ¿Quién no deseó alguna vez algo con una gran intensidad y de repente la ambición fue concedida de manera cuando menos sorprendente? Ese es el efecto de la transmutación voluntariamente dirigida hacia una consecución.

Las técnicas de terapias emocionales, las prácticas de meditación de nueva era, que recomiendan visualizar un paraje a nuestro agrado donde nos sentimos identificados con la luz el amor y las fuerzas de mayor vibración y por consiguiente sometiendo nuestro propio mundo a nuestras requerimientos, no hacen sino fomentar mediante este control mental una mayor vibración a fin de transmutar nuestra realidad. ¿Cuál es la diferencia con la magia mental?… ninguna.

¿COMO ACTUA LA MAGIA?

Como es Arriba es Abajo. Así pues, si queremos crear magia, actuaremos mediante un ritual, y una vez invitados nuestros protectores, centramos la atención en proyectar aquello que quieremos lograr en nuestro beneficio o en el de otros, mediante objetos materiales representativos; y será nuestra voluntad, la que con las correspondiente concentración, visualización y quiero, creará en el astral, la proyección mental, reflejo de nuestra obra mágica material. Y entonces ocurrirá.

Tomemos la idea de una fotografía y su negativo para realizar el revelado.

Tenemos un rollo negro en el cual hay impresas una serie de secuencias de forma invisible. Pongamos que eso equivaldría a nuestro potencial inconsciente. Para que esto sea una realidad, deberemos realizar un proceso en el que esa zona desconocida, reflejada sobre una materia transmutable que seria papel de revelado adecuado, y sumergido en el liquido transformador del plano astral ( o mundo de quieros), convierte el negativo en imágenes reales mediante la vibración de luz correctamente enfocada hacia ese objetivo por el acto de la Voluntad creadora. Cuando en el astral quede proyectada la visualización con nitidez y claridad de límites y colores, objetos y formas, quieros e intenciones, la vibración emisora de esa imagen, toma cuerpo en la mente consciente del solireuniónnte y se generan los medios y condiciones para obtener el logro material del quiero y comenzará la materialización del quiero.

Los grandes maestros herméticos, no hicieron sino conocer los principios y aplicarlos a las fuerzas de la naturaleza, modificando las vibraciones de las cosas materiales, o de las energías, realizando así lo que comúnmente flamamos poders

Todo es mental, es decir todo es espíritu o energía y la alta magia cabalista es un buen exponente de ello, sin embargo, no es pertinente recurrir a la simbología complicada para lograr materializar nuestros quieros.

Cada día comprobamos que el simple acto volitivo de quierer, realizado a conciencia obtiene logros insospechados. Pero ojo, la mente esta sumamente poblada de buenos, mediocres y malos quieros; tenemos acumulado demasiada rabia, ira, odio, prisa, tensión y tristeza, y un segundo de descuido de nuestra atención puede provocarnos serios tensiones reales en la obra mágica. No es broma. Hay un viejo dicho hermético que dice: Ten cuidad lo que pides, los dioses pueden concedértelo”…

Muchas veces somos nosotros mismos los que torcemos nuestros propios caminos y dificultamos nuestros logros; no siempre la magia aun con buenas intenciones es beneficiosa. Desconocemos las razones de los momentos por los cuales atravesamos y meternos a redentores visionarios de nuestra propia vida a veces no es la mejor idea.

Quizás el trabajo del momento consista entender el porque de la situación que atravesamos y aprender a superar nuestros propios limites aceptando…posiblemente manteniéndonos firmes en nuestra decisión de avanzar pase lo que pase, nos descubra cualidades innatas que, por el contrario si actuáramos de aprendices de mago nos perderíamos la luz de nuestro propio amanecer y retrasaríamos el logro de nuestro sendero…así pues, prestemos atención, a nuestros actos, prestemos atención a nuestros pensamientos, prestemos atención a nuestros quieros, y eso nos dará la magia de la realización.

COMO ACTÚA LA RADIONICA

Si tuviéramos que incorporar una ciencia especifica como representativa de la ley de vibración hermética, yo elegiría la Radiónica.

La Radiónica es la Ciencia de las vibraciones. Es la pura magia mental con connotaciones de modernidad; la técnica capaz de transmitir la onda mental de un lugar a otro, produciendo una somatización o una alteración en las condiciones de la materia.

Actualmente, gracias a la alta tecnología electrónica, la Radiónica se ha incorporado a las aplicaciones médicas, añadiéndole ciertas vibraciones de otras sustancias que darán consuelo al enfermo, y paliaran los efectos de la química sobre el cuerpo, potenciando el medicamento; diagnosticará a distancia una enfermedad, buscará a una persona perdida mediante el péndulo, o sondeará psicológicamente la personalidad de un ser, a fin de realizar el proceso alquímico y eliminará las plagas de insectos en un campo de cultivo.

Se requiere de poco material para experimentar en Radiónica. Basta con un pequeño péndulo, una buena disposición mental, unas pequeñas plantillas y una buena dosis de fe. Para los más exigentes se dan sofisticados métodos y máquinas de naturaleza electromagnética, que buscan los mismos resultados, pero que nos adentran en el campo de las radiaciones electromagnéticas del futuro y en las posibilidades de la Física Cuántica.

Estamos ante un mundo de posibilidades sugerentes e infinitas que empeñan la parte más audaz de nuestra mente, en la búsqueda de la Magia, de la Alquimia, del Poder Mental y de la Psicocínesis.