La vida está llena de eventos tensionantes. Poco a poco, vamos aprendiendo a manejar experiencias difíciles y a superarlas.

Eso sí, a pesar de lo anterior, hay diferencias entre nosotros. Una misma experiencia puede ser más tensionante para unos que para otros.

Dejemos a un lado lo trágico (las enfermedades, la muerte, los cataclismos), que son pruebas durísimas para prácticamente todos. Y quedémonos con otras menos extremas.

Según las características de los signos, ¿qué tipo de experiencias son las que acarrean más tensión a cada uno?
ARIES: La espera. Hacer cola en el supermercado, estar en una lista mientras le llega el turno, pasar días hasta enterarse de los resultados de un examen, aguardar un tiempo hasta que un proyecto dé sus frutos, etc.

Las situaciones que involucren dosis de paciencia, cuanto más altas, más estresan a este signo tan activo.

TAURO: Las mudanzas. Los cambios de domicilio, de carrera, de trabajo, de relaciones, etc., pueden convertirse en una película de susto para Tauro, que es, como sabes, poco amante de los cambios drásticos.

GÉMINIS: El aburrimiento. Los horarios inflexibles, las rutinas repetitivas y alienantes, el control por parte de un tercero para que cumpla a rajatabla con lo establecido, la puntualidad británica…

A Géminis le asustoiza la monotonía rígida que le recorta su quiero de improvisar y probar cosas diferentes.

CANGREJO: Las rupturas. Rupturas con amigos, con familiares o de pareja. A todos nos hacen sufrir, pero para Cangrejo, siendo tan sensible y apegado, pueden ser particularmente duras y le puede llevar más tiempo recuperarse.

LEO: La oposición. Las negativas, los impedimentos, los obstáculos que otro le pone en el camino para que no se salga con la suya. Cuando le cortan el paso, la fiera se desquicia y reacciona a la tremenda.

VIRGO: El caos. El desorden en la casa (o en el trabajo), la falta de formalidad, la desidia, la vagancia de quien no se mueve para cumplir con su obligación… ¡Oh, no! Demasiado para los nervios de Virgo.

LIBRA: El problema. Peleas, discusiones que se salen de lo civilizado, enfrentamientos, actividads que se desatan a ver quién puede más, etc.

Son experiencias que, particularmente a Libra, le roban bienestar mental, ya que en lugar de darles esquinazo suele involucrarse como árbitro para restablecer la paz.

ESCORPIO: La infidelidad. La deslealtad, la traición, especialmente la que se produzca en sus relaciones más íntimas, es una experiencia que enciende la chispa de su ira.

Y, desde que se enciende la chispita hasta que por fin se apaga el incendio, puede transcurrir mucho, mucho tiempo.

SAGITARIO: Quedarse atrapado. Atrapado en una relación, en un trabajo que detesta, en un pueblo aburrido o en cualquier otro contexto que ahogue su libertad.

¡Qué claustrofobia para Sagitario! Hasta que se desliga de la situación, se siente tan oprimido y tenso…

CAPRICORNIO: El despido. Ser despedido, rechazado, ignorado, desplazado, tras haber trabajado duro en un proyecto profesional (o personal).

Afortunadamente, Capricornio es previsor y siempre tiene un plan B, C ó D. Pero, aun así, le sabe a rayos la exclusión.

ACUARIO: La injusticia. Grandes injusticias de las que se hacen eco las noticias. Y pequeñas, como las que observa mientras camina por la calle.

Ser testigo del juego sucio del más fuerte contra el más débil, le hace hervir la sangre.

PISCIS: Las prisas. Tomar una decisión importante de la noche a la mañana; ser apremiado a actuar inmediatamente, obligado a ir más deprisa.

La aceleración es una pesadilla para Piscis, que se siente más a agrado estableciendo su propio ritmo.