Todos tenemos un lado oscuro, pero no os precupeis la culpa la tiene nuestro signo del zodiaco… Descubre en este post el lado oscuro de los signos de tierra, Tauro, Virgo y Capricornio
El lado oscuro de los Tauro
¿Alguna vez te han dicho que eres soberbio, orgulloso y a veces hasta un poco impertinente?
Pues lo eres… Si te pones en el plan arrogante, todos tiran la toalla ante ti.
Sinceramente, que Dios ayude a la persona que no hace lo que un Tauro quiere que haga.
Tendrá que tener paciencia porque tú, no vas a ceder, de eso estamos seguros. Es más, aunque sepas que pueden tener razón, que incluso puede ser beneficioso o pertinente para ti, si ya tomaste una decisión, no vuelves atrás, al menos hasta que los demás se hayan rendido.
Entonces ahí, quizás si puedas comentar que a lo mejor se podría mirar desde otro punto de vista…En definitiva, puedes llegar a ser desesperante para muchos.
Cuando no quieres moverte de un sitio en el que estás a agrado, no te levantan ni con con una vara, cuando un Tauro se “estabiliza” (aunque sea en el sofá de su casa) no lo mueve nadie.
Te encanta el dinero, quizás más que a otros signos del zodiaco, y si, eres materialista ¿y quién no verdad?, a todo el mundo le gusta tener cosas en su boca, en su plato, en su bolso, en su banco y en su cama.
El lado oscuro del signo de Virgo
¿Te dicen que eres negativo, estás obsesionado con los detalles y te encanta juzgar y criticar?
Pues es cierto, sobretodo, lo último.
Sabes que tienes una lengua viperina cuando quieres y además piensas que, no hay nada de malo en la crítica, ya sea constructiva o destructiva. La cuestión es criticar. Punto.
Dices que tienes sentido del humor, y que quizás a veces sobrepasas de alguna manera la línea entre el humor ingenioso y el humor negro, y si, es cierto, puedes llegar a humillar al máximo a quien quieras con un sólo comentario “gracioso”.
Otra cosa a tener en cuenta, si tu lado oscuro se muestra, es que no tienes tacto para explicar las cosas, ni tacto, ni buenas formas, ni diplomacia. Para nada.
Si te despertaste con el modo “sarcasmo on”, mejor que nadie te pida un consejo porque el resultado será que lo darás, claro que si, pero a tu manera (es decir, de forma sangrienta) y que alguien acabará llorando a solas después, y no serás tú, evidentemente.
En tus días malos, esos días en los que la buena vibra no está de tu lado y sólo está presente tu lado más oscuro eres de los que hieres y huyes, pero siempre te quedas cerca para asegurarte de haber causado el daño quieredo.
Eres perfeccionista a niveles extremos: Las cosas deben de estar en el lugar dónde las colocaste y sabes perfectamente si alguien las ha movido un milímetro de su sitio. No toleras que nadie agarre lo que es tuyo sin permiso y no tardarás en hacer un drama si lo hacen.
La primera impresión es lo que vale: Si algo te entra por los ojos en una primera toma de contacto, te entra, si no, tendrá que esforzarse mucho para que le des una segunda oportunidad. Si conocieras al mayor capo de la mafia y te diera una buena sensación, mantendrías hasta la muerte que es una buena persona.
Eres hipocondríaco: Te asusta la enfermedad y además, te obsesionas demasiado con tu bienestar, tanto que eres capaz de gastar tu dinero en terapias de medicina alternativas, falsos brujos o modas alimenticias.
El lado oscuro del signo de Capricornio
¿Dicen que sabes engañar a la perfección y eres un maestro en aparentar que eres la persona más segura del mundo aunque no sea así?
Por supuesto, así es.
No te mostrarás débil ante nadie, es más, utilizarás tu cabeza fría antes que tu corazón cálido. Lo haces para protegerte del daño que puedan causarte. Tienes demasiada energía y terquedad para convencer a los demás de que tu camino es el correcto y de que deben seguirte.
Eres demasiado metódico, exacto, preciso, y no cambias. Odias que sean impuntuales contigo y los tratos a medias. Para ti, no hay matices de grises, o se hace o no se hace, o te cae mal o te cae bien, o blanco o negro.
Tienes rutinas establecidas en tu vida que no vas a modificar, porque en realidad te van bastante bien, aunque a veces seas preso de la monotonía.
Cuando quieres ser malo, lo eres, pero siempre lo haces de forma que nadie sepa que has sido tú. No te gusta tener enemigos, así que pones las trampas a los demás sin que nadie sepa que fuiste tú, no hay socios, ni compinches ni camaradas cuando actúas. Lo llevas en secreto hasta la muerte. Así, jamás pueden descubrirte, estás limpio y no existe prueba alguna en tu contra.
Si te hieren, están acabados, literalmente: Aún no hemos hablado de tu orgullo extremo, muy típico en cualquier Capricornio. Jamás reconocerás que te has equivocado, puedes fallar, haber elegido mal, pero la palabra equivocación no está en tus registros.
Un Capricornio no olvida nunca: Si te traicionan lo mínimo que harás será devolverla, con comisiones, y muy altas. No puedes quedarte sentado sabiendo que han intentado jugar contigo y olvidarlo, no, el rencor corre por tus venas así que, los demás tienen que tener cuidado contigo.
Odias las prisas, la gente que hace todo demasiado deprisa, sin rumbo, a los inestables y a los que fantasean con cosas irreales. Esos son los peores. Reconoces a los falsos y te encargas de hacerles la vida un infierno.