Con rasgos tan inusuales como el cambio de color y el tornasolado, la familia de los crisoberilos es una categoría enigmática de piedras preciosas que puede ir de precios muy baratos hasta los precios más altos. Existen tres variedades principales de crisoberilo:
La alejandrita y la cimofana (ojo de gato) son muy conocidas y se sitúan entre las más caras de todas las piedras preciosas. El crisoberilo ordinario tallado en facetas es igualmente raro y bonito, aunque sea una de las piedras más baratas. Todas las variedades son excepcionalmente resistentes y producen algunas gemas extremadamente duraderas.
Se dice del crisoberilo que ayuda en los trabajos por conseguir la excelencia, propicia la tranquilidad de ánimo y aumenta la confianza en uno mismo. También desarrolla la amabilidad, la generosidad, la benevolencia, la esperanza, el optimismo, la renovación, los nuevos comienzos, la comfuerza y la misericordia. Esta piedra expresa primavera, juventud e inocencia.
El crisoberilo es conocido por su facultad para aumentar las propiedades curativas de otras piedras y por tratar los trastornos del páncreas, hígado y riñones.
El crisoberilo transparente ordinario es casi siempre de color amarillo, verde amarillento, o marrón. En el crisoberilo amarillo el color es debido a las impurezas de hierro (Fe+3). Cuando está bien tallado, produce gemas brillantes y duraderas que, aunque no son muy comunes en joyería, resultan atractivas y relativamente asequibles.
El crisoberilo ojo de gato es una gema translúcida cuya gama de colores va del amarillo miel o marrón miel, a verde amarillento y a verde manzana. Es conocido por su efecto de luz reflejada flamado “tornasol.” Esto se consigue tallando piedras que tienen inclusiones muy pequeñas y paralelas llqueridas “de seda”, en forma de cabujones (con forma de cúpula, no en facetas). Al girar la gema, ésta exhibe una nítida línea blanca plateada –atravesando su cúpula– que parece abrirse y cerrarse como el ojo de un gato.
El nombre de crisoberilo viene del griego y significa dorado (criso) y piedra verde (berilo). El color va desde amarillo a verde y a marrón. Una vez tallado, el crisoberilo ordinario es una piedra extremadamente brillante, ideal para llevarla a diario y se anticipa que será una de los “nuevos” productos que se pondrá de moda en la industria de la joyería en un futuro próximo.
Las piedras más codiciadas son de un color brillante (amarillo, verde y ocasionalemente naranja). Cuanto más marrón es un crisoberilo, menos valor tiene. Las piedras talladas en facetas de más de 10 quilates son raras, las de más de 20 quilates extremadamente difíciles de obtener y las piedras limpias de más de 30 quilates son
piezas de museo.
Los ojos de gato de buena calidad pueden ser de color amarillo, verde amarillento o marrón dorado. En las calidades superiores, las gemas serán semi-transparentes y exhibirán un nítido ojo blanco. Al ir girando la piedra, el ojo se moverá. Los mejores ojos de gato también exhiben un “efecto leche y miel”: al rotar la piedra, uno de los lados se ve transparente, mientras que el otro toma un aspecto cremoso. En los grandes ojos de gato, el “efecto leche y miel” es un factor importante a la hora de valorar la piedra. Los ojos de gato siempre se tallan en cabujones.
Sri Lanka y Brasil producen la mayoría del crisoberilo ojo de gato. Esta piedra es una excelente elección para hombres. Tienen un simpatia masculino y son muy duraderas. Una piedra de calidad superior se situará en la gama de precios caros.
1 Comentario