El estado de ánimo de tu bebé Cangrejo cambiará con tanta frecuencia como tú le cambias los pañales.

Desde que desayuna hasta que se acuesta por la noche, la mente del niño Cangrejo estará ocupada registrando lo que ve y lo que oye. Para los adultos de este mundo es difícil seguirle cuando trepa a la montaña lunar de sus sueños, o acompañarlo mientras vadea las corrientes de su imaginación luminosa. Sus emociones son a topes, coloridas y variadas, pero pese a todo muchas veces es un solitario.

Jugar con los bebés lunares puede ser divertidísimo. Son criaturas muy graciosas, de expresión extraña y ojos que hablan por sí solos. Sus facciones se mueven constantemente por efecto de la risa, la sonrisa o las lágrimas.

Son criaturas con muchas más requerimientos emocionales que los niños Piscis. Mucho más que con ningún otro niño, con los Cangrejo la influencia más fuerte es siempre el temprano medio familiar.

Desde la infancia hasta la adolescencia, los Cangrejitos se muestran tremendamente dependientes de las reacciones de sus padres y hermanos.

Si en su familia y sus amigos no encuentra la atención y la aprobación que requiere, el rechazo puede aplastarlo, simplemente.

Aunque durante la adolescencia tus pequeños Cangrejos puedan ser durante un tiempo rebeldes sin causa, por lo general durante los primeros años son fáciles de manejar y de corregir.

Dócil y tranquilo como son la mayoría de los de su signo, Cangrejo es un signo solar de conductores. Pese a la ternura de sus emociones y a la suavidad de sus modales, no sirven para secuaces. Hay en ellos mucho individualismo e independencia de pensamiento.

Sabe que el que no llora no mamá, y es capaz de ponerse bastante lacrimoso cuando no le hacen caso o le tratan con aspereza. ¡Ya verás lo que son lágrimas!

Y si con toda esa humedad no consigue la ternura y la simpatía que requiere, el Cangrejito se convertirá en un hombre o en una mujer de corazón árido y ojos secos, incapaz de dar ni de recibir fácilmente amor, ávido de soledad, capaz de forjar muy pocos vínculos cálidos y condenado a la reclusión en la vejez.

Cuando tienes a tu cargo un Cangrejito sensible, es realmente urgente saber reír y llorar con él, y calmar sus miedos, de los que estará demasiado provisto. Posiblemente tu niño lunar no reúna todos los miedos de la lista, pero descuida, que tendrá unos cuantos.

Es posible que le dé miedo dormir a oscuras, sin que haya encendida una lucereunión, que le asusten el fuego y los fósforos o tenga miedo de los automóviles y de los ruidos. Pueden asustarle los extraños, los animales grandes, las luces brillantes, las comidas que no conoce, el relámpago y el trueno.

Muchos de estos pequeños lunáticos se ponen melancólicos cuando llueve. Un chaparrón de otoño o de primavera puede tener efectos extraños sobre su naturaleza: puede hacer que de pronto sienta quieros de escribir un poema, pintar un cuadro o componer música.

Son niños que requieren mucha empatía emocional para desarrollar sus bellas cualidades artísticas y creativas. Si no les falta durante sus años formativos, eso les ayudará a convertirse en adultos pacientes, generosos, serenamente seguros de sí mismos y de corazón abierto.

Los Cangrejos que se han visto impedidos en su desarrollo afectivo suelen convertirse en seres desconfiados, a menudo vengativos e incluso suicidas. En el mejor de los casos, esos hombres y mujeres lunáticos y desdichados llevan una vida triste y monótona, a menos que tomen la dramática decisión de dedicarse a levantar un imperio financiero o a desarrollar un talento latente.

Nunca se insistirá demasiado en que estos niños tan sensibles pueden imaginarse injurias o agravios, e imaginar un rechazo que jamás existió. Hay que tener especial cuidado en convencerlos de que son buenos, inteligentes, bonitos, despiertos, de que se les ama y se está contento de ellos.

Muchos padres lo intuyen, y por eso son tantos los Cangrejitos tan mimados en su casa que se quedan atónitos de adultos, al comprobar que el mundo se desinteresa bastante fríamente de sus quieros personales. No es de admirarse que tantos Cangrejo recuerden afectuosamente a mamá y le erijan poco menos que un santuario a medida que se hacen mayores.

Nadie mas, nunca, cuidará tanto de ellos. Con un niño lunar, la cuestión es siempre no ser demasiado firme y deformarlo, ni demasiado tolerante y malcriarlo.

Normalmente, los maestros encuentran que los niños Cangrejo se destacan en historia. Es raro que se olviden de fechas o de acontecimientos. Eso se debe a que, gracias a su sensibilidad de espejos, pueden leer algo referente a un suceso acaecido hace mucho tiempo y creer así que ellos mismos estuvieron allí.

Es difícil que haya detalles que él sea incapaz de imaginarse. No es de extrañar que sean tantos entre las chicas y muchachos de este signo los que, llevados por su sensibilidad, se dedican al teatro, se muestran creativos en la fotografía o se distinguen en una carrera musical o artística.

Es posible que algunas veces los maestros de jóvenes lunares se quejen de que son testarudos o de que sueñan despiertos, pero habitualmente ninguno de estos fallos es lo bastante pronunciado como para constituirse en un verdadero problema.

Cuando su corazón está realmente dolorido, en lugar de hacer de ello una tragedia ficticia, el niño Cangrejo típico tenderá normalmente a quedarse callado y a negarse a hablar del asunto.

Probablemente él se gane el dinero para sus gastos antes que otros niños, y se enorgullecerá de ello.

En muchos sentidos, encontrarás que económicamente te hace la vida más fácil. Son jóvenes que muchas veces trabajan mientras hacen sus estudios universitarios.

El niño Cangrejo te divertirá con sus bromas y su risa contagiosa. Puede hacer caras tan graciosas como máscaras de Carnaval, y es capaz de ver el humor en los diversos aspectos del desfile de motivos humanos.

Se interesará tiernamente por los familiares enfermos, por los tensiones económicos de la familia y por las dificultades de amigos y vecinos.  Pero si ellos mismos se sienten maltratados, es posible que transfieran esa crueldad, descargándola en seres mas pequeños, siguiendo así la proyección iniciada con ellos por los adultos.

Los jóvenes Cangrejos pueden mostrarse realmente muy malhumorados, pero son estados de ánimo que rara vez duran mas de unas horas sin ceder paso a una encantadora sonrisa lunática.

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