La rueda del Cielo-tierra Posterior, la rueda de Samsara del Buddhismo, la rueda de la vida que interpretan los sabios comentaristas del oráculo, sigue un orden y una secuencia prefijados. De forma que todo hexagrama se desarrolla transformándose o mutando en uno nuevo de tres maneras.
La mutación ordinal o natural está graficada en la sucesión de los sesenta y cuatro hexagramas, los cuales en ese orden representan el giro completo, el ritmo completo de los cambios. Del 1 al 64 ocurre la mutación ideal. Existe también una mutación particular o cardinal, y es la que resulta de transformar las líneas mutantes, como luego estudiaremos, en líneas fijas, obteniéndose un nuevo hexagrama que completa el oráculo. La mutación crucial tiene su origen en las líneas intermedias de los hexagramas, que enmarcan a cada uno de ellos entre otros dos hexagramas del libro. La evolución de los hechos viene de un hexagrama concurrente -sugerido en las líneas intermedias- que progresa hacia otro emergente y también sugerido en ellas, a través del signo final obtenido en la consulta sobre las circunstancias del presente.
La energía de las líneas Yang, líneas continuas, es siempre ascendente, en tanto que la energía Yin, líneas partidas, es siempre descendente. De allí que se haya relacionado a unas y otras con animales y fenómenos de la naturaleza, cuya actividad está claramente orientada hacia la construcción, creación o crecimiento, o hacia la desconstrucción, destrucción, mengua y decrecimiento. La naturaleza destructiva no la dan por sí mismas las líneas sino sus relaciones. En algunos casos una línea yin es altamente favorable y potenciadora de la creación, debido a su posición, y en otros casos, una línea yang es altamente desfavorable y detonador a de la disipación.
Este estudio de las relaciones internas de las seis líneas que constituyen un hexagrama es especialmente apasionante y deja en evidencia el carácter mutante de todas las líneas en última instancia, ya que aunque en su aspecto ideal sean benignas o negativas, en su desarrollo vivo y dinámico pueden transformarse en lo contrario. De allí el aserto taoísta de que el Yang en su extremo es Yin y viceversa, o como dice la tradición sapiencial en el Tao te King: el exagerado de bondad lleva a la maldad, el exagerado de maldad desencadena la reacción del bien. En consecuencia, la ley fundamental de mutación debe ser designada mejor como Principio de Permutabilidad de las fuerzas concurrentes en un evento o circunstancia personal.
Por otra parte, depende de la decisión que uno tome y de la conducta que siga, el que se genere un cambio benéfico o negativo. Y en esto el ejercicio consciente del libre albedrío y el discernimiento y de la voluntad al bien son esenciales para determinar una vida de plenitud o una vida de pillaje moral y material.
Naturalmente, la plenitud moral requiere de mayor abnegación, cultivo de la sinceridad y de la rectitud, de la constancia en el bien y del discernimiento, y la Vida pone a prueba permanentemente al individuo para que en medio de la adversidad refuerce sus compromisos éticos. Del mismo modo, la vida egoísta y acumulativa puede llevar a la abundancia de bienes materiales y goce de los sentidos, pero el desastre está anunciado en la medida que el oportunista mundano no rectifique sus acciones y deje de conducirse por la lógica de que al obtener todo lo que quiere está haciendo lo correcto.
Hola soy marga .te quiero decir que todo pero todo lo que pones en evolucion es todo muy muy importante muchas gracias por poner todo ello y que nosotros podamos ver y leer .si no te importa me gustaria que bolbieras a poner lo de el tercer hojo chakra las cosas que el nos deja ver son premoniciones creo yo .buen dia