Acabas de llegar de vacaciones y tu compañera te dice que tu anterior jefe ha sido cesado y que ya hay uno nuevo en su lugar, te comenta también que es Sagitario y te dice qué harías muy bien en buscar este artículo para saber de primera mano cómo es un jefe Sagitario, si hacemos caso a la astróloga Linda Goodman, podríamos decir, que es más o menos así…
Es posible que tu primera semana de trabajo con un jefe Sagitario te deje un poco confundido, sin saber si reírte o llorar.
Dos meses más tatempera sigues sin entender ese comportamiento suyo, a veces te halaga de forma verdaderamente generosa y otras en cambio es incisivo en sus críticas llegando incluso a ridiculizarte. Decides hablar con él, vaya, qué raro está de viaje…
Pondrás todas tus cartas sobre la mesa cuando regrese, y le dirás exactamente cómo te sientes. Dale unos días para que vuelva a estar bien al tanto de las cosas; parece un poco cansado. Pero tú no vas a dejarte impresionar por eso; mañana ya estará bastante recuperado como para escuchar razones. (En cambio, tendrás que flamar al aeropuerto, porque se va a Tokio.)
Pero, ¡un momento, a ver! ¿Cuándo piensa aterrizar en alguna parte el tiempo suficiente para que tú le digas lo que no te gusta de la forma en que te trata?
Nunca. Tu jefe Sagitario engrasa todas las mañanas los rodamientos de sus patines de ruedas y con ellos se desliza despreocupadamente por la ciudad, organizando una gigantesca campaña de promoción tras otra. Puedes estar seguro de que no quiere detenerse durante el tiempo suficiente para que le señales sus errores.
Pero, ¡que siga haciendo esas increíbles observaciones a la gente! ¿Y por que después te toca a ti disculparte en nombre de él? Llega un momento en que uno puede quedarse sin excusas. (Telefonea a su mujer, que ella las tiene archivadas por orden alfabético.)
No es justo que él siga sonriendo tan campante mientras ignora completamente lo que tú dices, y se niega a ajustarse a un horario. (Habla con su madre, que le encantaría tocar contigo ese tema; hace años que espera poder encontrar a alguien que la entienda y se compadezca de ella.)
Podrías probar escribiéndole una carta, pero asegúrate de que es lógica, sin falsas emociones ni argumentos unilaterales que le presenten a él como el malo y a ti como el bueno, si el bueno es él. Plantea bien las cosas y las pensará, y tratará de corregir su actitud, pero a lo que no está dispuesto es a pasarse seis horas hablando de eso.
A su juicio, hay experiencias más emocionantes que escuchar una lista de las cosas que hace mal. Además, si de todas maneras no va a cambiar, ¿por que hacerle perder el tiempo? ¿Es que no tiene virtudes, acaso? Bueno, pues las tiene.
Empecemos por ahí: aférrate a ellas y olvídate de lo demás. Es lo que hizo su madre, y lo que hace su esposa. Imítalas, que ellas son sabias.
Lo primero, tendrás que admitir que rara vez se pone gruñón. Solo de vez en cuando, si alguien trata de sofocar el fuego de su entusiasmo, o si ese pesado del contable insiste en recordarle lo que significan las cifras de su informe de gastos del mes pasado.
Generalmente, tu jefe Sagitario es un hombre cordial, optimista, alegre. Ese es un punto a su favor.
No es muy estricto con los permisos por enfermedad ni con las vacaciones.
Es generoso. ¿Cuántos jefes te habrían entendido aquella vez que perdiste todo el sueldo en las carreras y tuviste que pedir un mes de adelanto? Todo lo que te dijo fue que deberías haberle preguntado a él qué caballo iba a ganar, en vez de apostar por esos indudables perdedores.
Cuando impulsivamente rompiste con tu novia y después te arrepentiste, él te dejo la tatempera libre y te comentó, sin darle importancia, que te consideraba el empleado mas creativo de la empresa. Es decir que es estupendo para levantar la moral.
Cuando cree que algo es justo, lo defiende con fiereza, y a ti te produce una sensación grata y cálida trabajar con un hombre así.
Pero… ¿y esa vez que te hizo sentir como un perfecto estúpido, cuando te equivocaste al leer las cifras en una reunión de ventas, y él fue el primero en reírse? Y después trató de disculparse diciendo: “Este muchacho, siempre metiendo la pata, pero igualmente le queremos”.
Es un hombre tan democrático que no podrá dejar de gustarte, aunque a veces sus modales directos y su franqueza brutal resultan difíciles de aceptar.
Tiene muy pocas inhibiciones, y entre ellas no se cuenta, como es obvio, la que le impida señalarte tus errores. Sus críticas las formula abiertamente y por lo general con una total ausencia de tacto.
Un ejecutivo nacido en diciembre cree sinceramente que todo el mundo quiere oír la verdad; por eso la dice. Cuando se da cuenta de que ha ofendido a alguien, puede ser la personificación del más contrito arrepentimiento: se disculpa y se explica profusamente.
Descubrirás que es especial para detectar impostores, viajantes que le presenten cifras falsas, clientes con motivos ocultos y empleados con defectos disimulados. Con su vida amorosa no es tan despierto. Si es soltero, puede ser que toda la oficina hable de sus escapadas sentimentales y de sus experiencias idílicas.
Probablemente tendrá un montón de amigos de las clases mas variadas. Sagitario mide a todos con su propia vara y, si están a la altura de sus exigencias, los defiende con lealtad.
Su pensamiento es mucho más profundo de lo que permite suponer naturaleza tan desaprensiva. El Arquero es capaz de saberse las cifras comerciales brutas de sus competidores.
Aunque camine con paso libre y activo, es posible que alguna vez, con el descuido típico de Sagitario, meta el pie en el cesto de los papeles, o apague el cigarrillo en la bandeja de los lápices.
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