CÓMO ES EL JEFE ACUARIO
CÓMO ES EL JEFE ACUARIO

CÓMO ES EL JEFE ACUARIO

Al fin has conseguido trabajo, te han asignado una mesa al lado de un compañero que está tratando de ponerte al día de lo que allí se cuece. No te lo vas a creer, te dice: ¡¡¡Nuestro jefe es Acuario!!! Como no entiendes bien esa cara de sorpresa y ya has hecho demasiadas preguntas, decides buscar en Internet y encuentras este artículo, basado en los estudios de Linda Goodman. Enhorabuena.

Los ejecutivos regidos por Urano son tan raros como un panda albino. Si tu jefe es uno de ellos, no será fácil que puedas vendérselo al zoológico, pero de todas maneras considéralo una pieza de colección. Algún día puede ser sumamente valioso.
Te digo en serio que el Acuario típico preferiría casi desencarnarse de hambre a la habitual rutina oficinesca de nueve a cinco. A la mayoría de los de su signo les disgusta tomar decisiones, se sienten incómodos dando órdenes, no tienen ningún quiero especial de dirigir a nadie.

Esto no significa que como jefes no sean competentes; Urano está lleno de sorpresas, y el totalmente inepto jefe Acuario que termina siendo absolutamente indispensable es una de ellas.

Es posible que sea distraído y olvidadizo, excéntrico e impredecible, a ratos tímido y después audaz, pero tras esos ojos extraños y un poco ausentes, por debajo de la actitud desapegada y distante hay una mente que parece una trampa para cazar osos.

Agrégales una afinadísima cualidad de percepción intuitiva,  echa en la mezcla su inquietante capacidad para analizar, disecar y sopesar los hechos con una penetración tan aguda como el filo de una navaja y -para que no falte nada- su seguro intuición que le lleva a hacerse amigo de todo el mundo,  sazónalo con su amplia visión liberal que se extiende hasta muy adentro del mañana y que abarca la imagen en toda su magnitud, mientras otros se pierden en los detalles, y comprenderás exactamente lo que quiero decir cuando hablo de sorpresas.
También está la otra cara de la moneda. Es posible que te presente como: “Mi secretaria, la señorita… eee… ee… la señorita… uuu… ¿cómo se flama usted?”.

También puede ser de lo más irritante cuando planea programas complicados a tus espaldas para abrumarte con ellos en el último momento. Y apostaría a que te has sublevado contra su frustrante costumbre de darte un trabajo completamente nuevo e inesperado, omitiendo alegremente darte la más mínima explicación del cambio.

Pero confiesa también que en conjunto resulta bastante encantador, ¿no? Como la mayoría de los Acuario, una vez que uno se habitúa a sus rarezas, cambios súbitos y sorpresas inesperadas.
Yo, en tu lugar, no pediría un préstamo en dinero a un jefe Acuario. Si es un exponente típico del signo, no simpatiza con la gente que gasta más de lo que gana.

En cuanto a los ascensos, no será impulsivo para concederlos, pero tampoco se mostrará mezquino. Con tu jefe Acuario tendrás aproximadamente lo que te merezcas, ni mas ni menos, pero puede ser muy generoso cuando piensa que alguien ha hecho una tarea mucho mejor de lo que su deber se lo imponía.

No te confundas: esperará de ti lo mejor; lo mejor de lo mejor. Y si das menos, corres el riesgo de que te despida, con bondad y cortesía, pero también con firmeza.
Con respecto a tu vida personal, el jefe Acuario no tiene el mas remoto quiero de juzgarte ni de aconsejarte. Tendrá, sin embargo, el quiero de estar al tanto, y es posible que te resulte difícil eludir su penetrante curiosidad en lo que se refiere a tus asuntos privados. Pero a él puedes contarle absolutamente cualquier cosa sin temor de que se escandalice.

No hay nada que le escandalice; es el mejor estudioso de la naturaleza humana que hay en el zodiaco, y jamás te mirará con desdén (como tampoco con admiración). Por lo que a él se refiere, tus defectos y tus virtudes se funden en un diseño interesante y colorido. En su amplitud de criterio entra todo, sin que nada pueda afectar la opinión que tiene de ti.

Vive tu vida como se te ocurra, que con él no hará sino aumentar tu crédito el tener tus propias opiniones. Por otra parte, tampoco intentes nunca dictarle a él su código personal.
Aunque se forme su propio código ético y se atenga a su personal opinión en lo referente a su vida privada, las decisiones comerciales son otra cosa. Es muy probable, si se trata de un Acuario típico, que pida a todo el mundo su opinión sobre los procedimientos que proyecta… e incluso, a veces, que pida a un subordinado que tome la decisión definitiva.
Con un ejecutivo Acuario, no te aferres demasiado a tus costumbres: es posible que alguna mañana llegues y te enteres de que tu despacho ha sido trasladado a otro piso y de que él se olvidó de decírtelo.

Aunque la mentalidad normal regida por Urano puede estar, por debajo de la superficie, llena de nerviosa curiosidad, generalmente Acuario se toma las cosas con bastante calma y da una imagen de tranquila y meditada deliberación.

Un poco excéntrico de vez en cuando: todos los meses hace cambiar de lugar el enfriador de agua de modo que nadie lo encuentra, y le gusta cambiar sin previo aviso el día de descanso semanal. Pero, ¿que son unos pocos engorros menores cuando estás trabajando con un jefe que se siente auténticamente fascinado por el libro que estás escribiendo, sobre el jazz en Kansas City?

¿Y cómo puedes estar enojado con un jefe a quien no le importa que el contable se deje crecer la barba, su secretaria vaya a trabajar con botas de piel blanca de tacones dorados y que el nuevo empleado del archivo deje la bicicleta en la sala de recepción?

Un día puede hablar hasta insensibilizarte los oídos, y al siguiente se recluirá por una semana en su despacho, haciendo caso omiso del personal, los clientes y los proveedores, sumido en sus pensamientos solitarios.

Independientemente del tiempo que haga que estás en la empresa, él te considerará su amigo. Hasta tiene buenos amigos en la competencia.
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